La Fiscalía de Operaciones Estratégicas a nivel estatal ha detectado un claro modus operandi del Cártel de Juárez por controlar el negocio de la trata de migrantes y cuando detectan a personas ajenas a esta banda criminal optan por asesinarlos, como ocurrió con los ocho muertos en abril y los cinco conductores de plataforma desaparecidos y asesinados en junio de este mismo año.
De igual forma, el pasado 31 de enero, el grupo delictivo de La Línea operaba mediante hombres armados, un campamento en el Ejido Ocampo, a 60 kilómetros de distancia de la capital del estado y a 20 kilómetros de distancia de donde ocurrió este hecho violento, el cual fue desmantelado por agentes de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE), hecho que dejó como saldo un civil muerto por una herida de arma de fuego y un menor de edad detenido, cuando estos dos recibieron a los agentes estatales con disparos.
De acuerdo a la información proporcionada por la dependencia, el campamento tenía como operaciones vaciar agua almacenada por productores de la región, para lo cual armaron represas pequeñas, con la cual regarían cultivos de mariguana.