SUERTE.- Con la instalación del semáforo naranja restrictivo y las limitaciones a las campañas electorales, quienes salieron ganando fueron los partidos políticos chicos y/o la chiquillada, como les llaman algunos. Y es que al no estar permitidos los eventos semimasivos, por los pequeños, ¡mejor!. Organizar encuentros, aunque no sean multitudinarios, cuesta desde aguas, galletas y café hasta panfletos, cachuchas y playeras, además de equipos de sonido y traslados. Presupuesto que para los partidos chicos nomás no alcanza, así que hoy por hoy, felices de estar todos en las mismas circunstancias con el uso de redes sociales y una que otra reunión privada con aforo limitado.
SUERTE II.- Así que la suerte corrió sin duda para el lado del PVEM, PES, FxM y RSP, principalmente, a quienes sus Comités Nacionales les tienen limitado el recurso para las campañas, no así para estructuras como el PAN, Morena, Movimiento Ciudadano y PRI que en principio, perfilaron el trabajo por tierra en el corredor del amarillo desde Juárez hasta Gómez Farías, sin embargo, la cobertura en el resto –56 municipios— es a través de las redes sociales y eventos ‘en petit comité’ .
¿PRIVADAS?.- Nada más que cuidado con esa logística. Precisamente esas reuniones privadas han ocasionado que sólo se dé a conocer lo que los equipos de prensa quieren divulgar, ya que no dan acceso a los medios de información y eso deja al aire una serie de preguntas: De cumplir con todas las medidas de sanidad establecidas por la Secretaría de Salud, ¿por qué no dejar ingresar a la prensa? ¿O por qué no habilitar canales de comunicación para cubrir en vivo los eventos públicos de los candidatos? ¿O no se está cumpliendo con los aforos en lugares cerrados? ¿El IEE y la Secretaría de Salud acuden a verificar estos “eventos privados”?