El Universal
EL UNIVERSAL).- Hoy se cumplen cuatro meses desde que Michelle Salas contrajo matrimonio con Danilo Díaz Granados; celebración en la que contó con la presencia de sus progenitores, Stephanie Salas y Luis Miguel, quienes no convivían desde hacía décadas, y ahora, la cantante de «Ave María» cuenta cómo fue reencontrarse con su expareja, asegurando que existe buena energía entre los dos.
Ayer, mientras Salas y su actual pareja, el actor Humberto Zurita, presentaban la nueva temporada de «Papito querido», en la alfombra roja del evento, la hija de Sylvia Pasquel no evadió las preguntas relacionadas con «el Sol de México» y, en cambio, confió a la prensa que compartieron un rato agradable durante la boda de Michelle, pues contó que, finalmente, el cantante reconoció la gran madre que ha sido para su primogénita.
«No voy a decir las palabras, pero la verdad sí… siento que hay buena energía en el ambiente, sí les puedo decir», dijo a «Venga la alegría».
Además, compartió que para ella no significó un momento incómodo volver a ver a Luismi, pues aseguró que no es una mujer rencorosa.
«No soy una mujer resentida, rencorosa, que no sé qué, que no se habla y que no dirige, no, para nada», destacó.
Negó que le hubiera molestado que su hija tomara en cuenta al «Sol» para convocarlo en un día tan importante como el de su boda, pese a que fue un padre ausente a lo largo de su crecimiento e indicó que se siente gustosa de que Michelle pueda contar con su madre y su padre.
«Maduras también, te vuelves una mujer plena de ver que tus hijos, tu sangre, tus lazos, se están consolidando, están madurando y están perteneciendo a otra etapa de la vida», detalló.
Zurita no se quedó atrás y también habló de su experiencia en la boda de Michelle, pues acudió como acompañante de Stephanie, desacreditando las versiones de que se sintió intimidado por la presencia del «Sol».
«A mí no me conflictúa ni Luis Miguel, ni John Travolta, ni nadie… digo, no quiero demeritar nada, yo no lo veo de esa manera, para mí Luis Miguel es para mí como este señor que está acá a lado; no podría hablar mal del ´Sol de México´», expresó al matutino.
Salas y Díaz Granados se casaron el 13 de octubre del año pasado, en la finca Il Borro, ubicada en la Toscana italiana, en la que contó con la presencia de su madre, su hermana Camila, su padre y su actual pareja, Paloma Cuevas.
La gran ausente fue su abuelita Sylvia y su bisabuelita Silvia Pinal.
«La Pasquel» no pudo estar presentar en la boda debido a la fuerte caída que sufrió en Estambul días antes de las nupcias, por la que fue hospitalizada, y en el caso de doña Silvia, la familia Pinal tomó la decisión de que lo mejor era que la primera actriz se quedara en la CDMX, pues por su edad, era peligroso que viajara a grandes distancias.