El búnker de José Antonio Meade ha trabajado durante la precampaña -que terminará este 11 de febrero- por instalar la idea de que su candidato se encuentra en empate técnico con Andrés Manuel López Obrador. Las cifras, sin embargo, empiezan a consolidar un escenario de tercer puesto cómodo. 
La última encuesta de El Financiero, coloca al candidato del PRI con un nivel de preferencia del 22%, frente al 27% de Ricardo Anaya y el 38% de López Obrador. Quiere decir que Meade apenas consolidó un magro crecimiento de 4 puntos porcentuales frente a la medición de octubre del mismo Alejandro Moreno, director de la división de encuestas del periódico.
Se confirma así la preocupación que más desvela a Los Pinos, y que había sido anticipada por LPO: Meade crece fuerte en niveles de conocimiento -pasó de 43% a 83% en sólo dos meses- pero sigue una misma dinámica en niveles de preferencia. Hay que recordar que el propio Enrique Peña Nieto respondía que único problema de Meade eran sus niveles de conocimiento y eso se solucionaría una vez que inicie la campaña.
No es la única encuesta que ubica a López Obrador muy cómodo en el primer puesto: a finales de noviembre -a días del destape de Meade-, una encuesta de Grupo Reforma posicionaba al líder tabasqueño pa más de diez puntos de distancia de Meade, que medía 17% de intención de votos. Allí también aparecía el Frente en el segundo lugar.
La última gran batalla giró en torno a un estudio de Buendía&Laredo para El Universal. Allí también se obsevaba a Meade en un lejano tercer puesto, con 17% de preferencias. Pareciera que todos coinciden en ese punto.
Sin embargo, el trabajo del Universal ponía a Ricardo Anaya más cerca de López Obrador: 26% contra 32% respectivamente. «La encuesta del Universal fue pagada por Anaya, no sirve», cuestionó Enrique Ochoa, haciendo referencia al nexo contractual que tendría Buendía&Laredo con el Comité Ejecutivo Nacional del PAN.
