Las morgues colapsaron y fue necesario contratar presos de una cárcel para trasladar cuerpos a remolques refrigerados
EL PASO.- Vestidos con uniformes a rayas, protegidos por tapabocas, guantes y anteojos, los presos de una cárcel de El Paso colaboran con funcionarios de la morgue local, desbordados por la afluencia de cadáveres. Esta ciudad estadounidense está sucumbiendo bajo una avalancha de casos de coronavirus.
Los detenidos reciben dos dólares por hora por trasladar los cuerpos a seis de remolques refrigerados instalados fuera de la oficina forense de El Paso, luego de que la morgue de esta localidad del estado de Texas se quedara sin espacio.
“Si no hay personal, nadie que ayude, y existen voluntarios, aunque se trate de detenidos, entonces esa es la única opción que nos queda”, dijo a un canal de televisión local Ricardo Samaniego, un alto funcionario del condado de El Paso.
En dos meses, los casos de Covid-19 aumentaron en 242% en el condado. con un total de más de 77 mil y 804 muertes.
Esta ciudad del oeste de Texas es ahora un foco de la epidemia en Estados Unidos.
Más de 19% de las pruebas de Covid-19 son positivas en El Paso, arriba del promedio del estado, que llega a 11%, 1% más que el umbral crítico del 10% establecido por el gobernador republicano, Greg Abbott.
La semana pasada Texas se convirtió en el primer estado del país en superar el millón de pruebas positivas de coronavirus desde el inicio de la pandemia.
Tommy Zavala perdió a su padre Tomás la semana pasada a causa del Covid-19. Tomás tenía 82 años y problemas respiratorios. Él y su pareja, Guadalupe, abandonaron toda actividad social meses atrás, ya no veían a su nieta y sólo salían de casa para hacer compras o ir al médico.
“El doctor dijo: “su padre tuvo que ser intubado, está inconsciente’. Le pregunté: ‘pero ¿cómo, si ayer estaba bien?”’, dice Tommy, de 53 años, al borde del llanto.
Todos los días Guadalupe observaba el hospital universitario de El Paso, donde su marido estaba internado, desde su casa, cerca del edificio. Pero no pudo visitarlo.
Los Zavala lograron enviar a un sacerdote a la habitación del hospital para realizarle a Tomás los últimos sacramentos, que pudieron presenciar vía Zoom.
Aún no saben cuándo podrán recoger su cuerpo u organizar un funeral.
El propio Tommy Zavala contrajo el virus en octubre, luego que su esposa Érica presentó síntomas al regresar de vacaciones en una casa alquilada con amigos.
Para la enfermera Lizette Torres, del Centro Médico Del Sol, «aquí se deben imponer restricciones más estrictas”.
De lo contrario, “el sistema de salud no podrá manejar la afluencia de enfermos”.
Su sindicato organizó una movilización a bocinazos por el centro de la ciudad el lunes por la noche para instar a los residentes a no salir.
Durante casi una hora marcharon en coches que exhibían carteles de “Quédese en casa” y “Apoye a las enfermeras”.
“Deberíamos haber impuesto un confinamiento total”, dijo Torres, quien dice que las enfermeras están “ansiosas”.
Pero el gobernador republicano Greg Abbott, que respalda en todo al presidente Donald Trump y muchas veces ha minimizado la pandemia, aseguró: “no tendremos un nuevo confinamiento en el estado de Texas”.
NUMERALIA
1,052 pacientes con Covid-19 en hospitales de El Paso, el 49% de su capacidad total
46 camas disponibles quedan en las unidades de cuidados intensivos de la región
MEXICANOS IMPEDIDOS PARA CRUZAR A ESTADOS UNIDOS
Mientras los mexicanos están impedidos para cruzar a Estados Unidos desde el 31 de marzo y se les extenderá a por lo menos el 21 de diciembre próximo, los residentes norteamericanos continúan el flujo en la frontera sin mayores contratiempos, más que las filas que en ocasiones se forman.
Las medidas para contener el Covid-19 se han tornado desiguales para los ciudadanos de México en el aspecto de los permisos para atravesar los puentes, en comparación con los del vecino país del norte, lo cual ha sido señalado por distintos actores políticos, lo cual no ha sido corregido, pese a las reiteradas solicitudes.
El gobierno federal de México se ha negado a cerrarles la frontera a los estadounidenses, para cruces no esenciales, como se aplica a los mexicanos que pretenden cruzar a lado norteamericano, con la justificación de evitar mayor propagación del coronavirus.
Tras ser cuestionado el pasado 29 de octubre, el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, descartó molestar de esa manera a Estados Unidos.