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Encadenados por los tobillos y las muñecas, y sin cordones en su calzado esperan en la pista para arribar el avión
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Por: AP

HOUSTON (AP).- Los vuelos con deportados por Estados Unidos son un gran negocio para las empresas privadas que se encargan de su traslado.
Encadenados por los tobillos y las muñecas, y sin cordones en sus zapatos, una larga fila de hombres y mujeres esperaban en la pista mientras agentes los palpaban y se aseguraban de que no tenía nada escondido en sus bocas.
Luego, uno por uno, subían por una escalera a uno de los aviones alquilados del tamaño de un avión comercial.
Se trataba de un vuelo para deportados manejado por ICE Air. A su ocupantes les retirarían las cadenas y les devolverían los cordones al aterrizar en El Salvador.
Una oscura división del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, conocido por sus siglas en inglés, ICE, opera cientos de vuelos anuales que transportan inmigrantes deportados.
Estos vuelos son un gran negocio: El gobierno ha gastado aproximadamente mil millones de dólares en ellos en la última década y la administración de Donald Trump se propone aumentar un 30% el presupuesto para esos vuelos.
Los aviones transportan inmigrantes detenidos de una ciudad de Estados Unidos a otra y, cuando hay orden de deportación, a su país de origen. Unas 100.000 personas son devueltas a sus países en esos vuelos todos los años.
Si bien los mexicanos generalmente son transportados por aire a ciudades del sur de Estados Unidos y de allí llevados por tierra a la frontera, los centroamericanos son trasladados a sus países en aviones.
Según registros de la actividad aérea, los vuelos con deportados que son enviados a Guatemala y Honduras aumentaron marcadamente este año. Y el ICE pidió un aumento del 30% en su presupuesto para estos vuelos comparado con el del año pasado.
El organismo calcula que el año pasado gastó unos 7.785 dólares por hora en los vuelos.

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