EN LA Presidencia Municipal permaneció un silencio casi sepulcral, tras los resultados negativos del plebiscito en donde se perdió de manera duplicada. Ganó el No y no se alcanzó la votación en lo global del 10 por ciento.
En tanto desde el edificio de los regidores se inició un análisis o varios, pero todos apuntan a que la estrategia falló y se van a algunas variables, pero todas en el sentido de una socialización adecuada y la negociación política inexistente, por lo menos así lo ven.
Lo más delicado de las deducciones de los ediles de diferentes partidos, va en el sentido de que de que en esta derrota multifactoral, la más perjudicada es la alcaldesa de capitalina, María Eugenia Campos Galván, por el proyecto del alumbrado y en su proyecto político.
Y es que, si vamos a los número electorales recientes, tan fríos como dicen que son, el si primera elección Campos Galván, alcanzó 152 mil votos y en su segunda participación electoral fueron 202 mil votos, en cifras cerradas, por lo que de entrada, se podría pensar que el plebiscito sería cosa de niños con las cifras tan amplias a favor de la alcaldesa. La confianza mató al gato.
Sin embargo, la votación por el SÍ alcanzó 26 mil 527; menos de un cinco por ciento del padrón total, lo que no sólo el grave sino muy delicado en su búsqueda por la candidatura a la gubernatura para el 2021.
No se puede dejar de lado que en esta consulta ciudadana, se registraron factores internos y externos, para llegar a este pobre resultado en donde ciertamente se presentó una pincelada de democracia.
Al interior se debe reflexionar sobre la dirección (los encargados) del plebiscito y la participación del personal, hay que ver sencillamente si le entraron a la chamba o sólo fue simulación.
Un análisis similar debe apuntar hacia el Partido Acción Nacional para conocer no sólo si se simuló, sino se boicoteó la consulta, para que no se alcanzará el porcentaje vinculatorio y por supuesto, menos el sí.
No es de menor importancia, la negociación y los acuerdos necesarios con Gobierno del Estado e incluso con el gobierno federal, empresarios, especialistas en la materia y otros sectores.
Hacia el exterior había mucho trabajo que hacer, el problema es que no se hizo, por ejemplo, los amarres necesarios con liderazgos en colonias, una verdadera y real intervención social, y no sólo el bombardeo de spots en radio y televisión.
De hecho no se concilió con las fuerzas políticas en el Cabildo local por una soberbia oficial sobrada, pese a que el alumbrado público y su necesidad es tan sentida como noble.
Parecería que la alcaldesa le apostó a su cuota electoral, la que supuso, por lo menos en este ejercicio, la llevaría a una tercera victoria “electoral” y de esta manera catapultarse a la candidatura a la gubernatura.
La apuesta o el reto con o sin intención la llevó hasta Palacio de Gobierno, con los resultados que ahora conocemos.