HABLANDO Y ESCRIBIENDO
SIN PROYECTO EL NUEVO FISCAL DE CHIHUAHUA
POR ERNESTO AVILÉS MERCADO*
En el ejercicio del poder público, la corrupción e impunidad han sido los elementos que han prevalecido en la totalidad de las administraciones del Gobierno de Chihuahua.
El desvío de recursos públicos hacia otros fines que nada tienen que ver con resolver los problemas y demandas sociales y si con adquirir bienes y enriquecer a funcionarios públicos al término de sus administraciones, ha sido una interpretación del ejercicio del poder.
Para nadie es desconocido que la administración de Cesar Duarte, ha sido la más corrupta de las últimas décadas, que utilizó el dinero público para adquirir todas las propiedades que rodeaban a la que inicialmente contaba en Balleza y en otros lugares, a base de presiones y amenazas con sus legítimos propietarios y que además, utilizó dinero de los Chihuahuenses, para apuntalar los triunfos de los candidatos de su partido.
La Bandera de campaña que utilizó Javier Corral, fue prometer el encarcelamiento de Cesar Duarte y recuperar los recursos desviados por el ex gobernador.
Pero lo hizo mal, cegado por su soberbia y afán protagónico, pero sobre todo, de un total desconocimiento jurídico de los derechos humanos que rodeaban la figura de cualquier persona imputada como responsable de un delito, máxime de Cesar Duarte, figura política nacional: Violaciones a su presunción de inocencia, afectaciones al debido proceso, irregularidades en la integración de las carpetas, etc.
Sin embargo, muchos de los delitos imputados, cuentan con las pruebas suficientes para que sin prejuzgar, se puedan alcanzar sentencias condenatorias.
En los inicios del gobierno de Javier Corral, ante la falta de una estructura especializada en delitos de corrupción en la Fiscalía del Estado, se ordenó su conformación con los mejores elementos, dotándolos de facultades especiales, para investigar con lo poco que dejaron de la pasada administración.
Este desmantelamiento de la estructura de la fiscalía zona centro estaba orientada a la integración de las carpetas de todo el sexenio anterior; Javier Corral no escatimaba recursos materiales y humanos para enfrentar la enorme impunidad que rodeaba el tema de Cesar Duarte.
El descuido que realizara Javier Corral con el resto de la estructura de la fiscalía, generó más corrupción hacia el interior de la propia Fiscalía, los recursos para capacitación, sirvieron para engrosar los bolsillos de los encargados, llegando al absurdo de habilitar maestros civilistas para impartir temas penales.
Además, la falta de incentivos salariales y demás prestaciones, obligaron a los mejores fiscales a encontrar espacios en otras partes como el TSJ, la CEDH, etc.
Los ex funcionarios de Duarte, en los últimos días de su gobierno, actuaron como delincuencia organizada para desaparecer muchas de las pruebas que los incriminarían, sin embargo, la denuncia pública jugó un papel preponderante en las investigaciones, aportando elementos importantes para el propósito de hacer justicia.
El hecho innegable es que se cometieron acciones delictivas durante la administración de Cesar Duarte y que la afectación directa fue en contra de la sociedad chihuahuense y que la responsabilidad del Estado, es continuar con el trabajo realizado.
Es incorrecto el planteamiento de los defensores de Cesar Duarte, respecto de pretender deslindarlo de toda responsabilidad al ex gobernador, por el hecho de obtener algunos amparos o destacar que por las afectaciones a la esfera de sus derechos humanos, pueda ser exonerado de todos los crímenes de los que esta acusado.
Los tiempos están cambiando, la nueva forma de hacer gobierno es con más transparencia, justicia social y un apego estricto a la legalidad.
La improvisación de fortunas personales al término de los cargos públicos, ya no puede ser una constante, la sociedad esta cada día más informada y premia o castiga con su voto el desempeño de quienes los gobierna
La sociedad, cada día mas exigente, reclama de sus representantes, un ejercicio honesto de los recursos, un gobierno que escuche y sea empático con las necesidades y demandas de la población, que los funcionarios en el ejercicio de su responsabilidad, respondan a los intereses de la sociedad y no a los personales y de grupo.
Resulta difícil el exigir en los primeros días, en materia de seguridad, que se presenten los resultados esperados, sobre todo cuando en el inconsciente colectivo, se aviva cada vez el hecho de que Cesar Duarte pueda ser exonerado de los delitos cometidos, tanto por los errores continuados por Javier Corral y Peniche Espejel, como por el hecho de que la estrategia de medios de la defensa legal de Cesar Duarte, es involucrar a la gobernadora en temas que corresponde única y exclusivamente a la Fiscalía y al Poder Judicial.
Se puede improvisar en muchos temas, pero en seguridad, la experiencia va siempre un paso delante de la novatez; los buenos deseos no marcan las líneas de investigación ni resuelven problemas delincuenciales, la inexperiencia genera corrupción y de no atenderse adecuadamente, los problemas hacia el interior de la fiscalía se presentarán de manera automática y totalmente normal.
Maru Campos debe dejar al nuevo Fiscal Roberto Fierro que cumpla con su responsabilidad, para que ella pueda atender las otras miles de demandas sociales que se tienen pendientes; mientras tanto, la sociedad debemos tener confianza y esperar resultados…..
*INTEGRANTE DE LA AECHIH