Los casos aumentan de manera alarmante por todo el mundo
La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual causada por una bacteria (Treponema pallidum). Históricamente ha causado millones de muertes pero, actualmente, se puede tratar con una sola inyección penicilina si se detecta a tiempo. Si no se trata debidamente la enfermedad progresa por etapas y puede llegar a dañar gravemente el corazón, el cerebro u otros órganos vitales.
En los últimos años, y según datos de los CDC, Estados Unidos ha experimentado un incremento del 80% en los casos de sífilis alcanzando niveles que no se veían desde la década de 1950. Los casos han aumentado cada año hasta llegar a las cifras más recientes que informan que han alcanzado los niveles más altos en este enero de 2024. Los datos son alarmantes, especialmente en el caso de sífilis congénita (la sífilis que la madre embarazada contagia a su recién nacido) que se han multiplicado por diez en la última década.
No es un hecho aislado de Estados Unidos, en el resto del mundo también se está viviendo esta peligrosa tendencia. La Organización Mundial de la Salud informaba que en 2020 se registraron más de 7 millones de nuevos casos de sífilis, en Europa el aumento de casos se ha documentado la mayoría de países, en Reino Unido se ha alcanzado el nivel más alto desde la Segunda Guerra Mundial y un estudio de 2020 sobre la sífilis en Australia observó que las cifras aumentaron en casi un 90% con respecto a las tasas registradas en 2015.
Hay algo aún más inquietante que el aumento global de casos de sífilis y es que la mayoría de enfermedades de transmisión sexual (ETS) también están creciendo a un ritmo desconcertante. Las tasas de gonorreahan aumentado un 4% en solo un año, al igual que la clamidia e incluso la Organización Mundial de la Salud califica como alarmante el aumento de los casos de SIDA, especialmente en regiones como Europao América Latina.
¿Cuál es la causa de este rápido incremento de casos de ETS?
Los motivos son muchos y variados, empezando por la falta de atención primaria (agravada por la pandemia de COVID-19). “El diagnóstico temprano y las pruebas son una parte fundamental para controlar la propagación de estas infecciones, en parte porque tanto la clamidia como la gonorrea pueden aparecer inicialmente sin ningún síntoma. Un claro ejemplo de esto lo encontramos en Madrid, donde el único centro capaz de prescribir medicación preventiva contra el VIH permaneció saturado durante buena parte del 2020 y 2021 debido a la falta de recursos”.
«El consenso en la comunidad de salud pública es que el aumento de las ITS, incluida la sífilis, probablemente esté relacionado con una interrupción de los recursos de prevención de las ITS durante la pandemia», explica la investigadora María Sundaram en BBC.
Los CDC proponen una recomendación directa para “restaurar, mantener y ampliar los servicios de salud pública locales, así como lograr que las pruebas de ETS y los tratamientos sean más accesibles”.
Tampoco podemos olvidar que otro de los motivos claros de este aumento es la falta de información y educación sexual. Las estadísticas muestran que las poblaciones con mayor riesgo para contraer una ETS son los adolescentes y jóvenes adultos. La mejor forma de atajar esta pandemia es la prevención y eso no se conseguirá sin una educación sexual adecuada. En definitiva, debemos ser conscientes que estamos perdiendo terreno ganado y que debemos destinar recursos para recuperarlo.