El expresidente de México, Ernesto Zedillo Ponce de León, consideró que la actual Presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, podría iniciar un proceso genuino e integral de reformas para lograr un verdadero Estado de derecho y seguridad ciudadana en México.
Sin embargo, de acuerdo con el exmandatario mexicano, la jefa del Ejecutivo federal parece más comprometida con seguir el objetivo de su antecesor de convertir al país en una autocracia de partido único.
En un artículo publicado en el periódico The Washington Post, el exmandatario mexicano destacó que México ha superado a su vecino y socio, Estados Unidos, al tener su primera líder mujer, aunque apuntó que ese orgullo “debe moderarse”, ante lo que se vislumbra.
Recordó que las reformas promulgadas entre 1994 y 1996, promovidas durante su gobierno, pusieron fin a los tiempos en que el Congreso y el Poder Judicial estaban subordinados al Presidente del país.
Zedillo aseveró que lo anterior permitió que México se convirtiera en una democracia multipartidista con una alternancia regular en el poder y un Poder Judicial independiente.
Sin embargo, señaló que en el último mes de “una presidencia caracterizada por la demagogia, el clientelismo, la incompetencia y el abuso de poder, Andrés Manuel López Obrador, a menudo llamado AMLO, decidió desmantelar el poder judicial independiente y las instituciones responsables de organizar elecciones justas».
Mencionó que Morena, con el voto de un senador panista, obtuvo la mayoría de dos tercios necesaria para aprobar enmiendas constitucionales en el Congreso, y que el proceso de aprobación en las legislaturas estatales se completó en unos cuantos días.
Ante los cambios, el exmandatario indicó que la sustitución del Poder Judicial se presenta como un proceso democrático, en el que los jueces serán elegidos por votación popular a partir de listas de candidatos, pero señaló que «ese argumento es absurdo, ya que las listas serán determinadas en la práctica por el partido gobernante».
Agregó que los legisladores de Morena se basaron en un precedente estadounidense cuestionable para justificar la reforma judicial, pues incluso en ese país, donde la elección de jueces por voto popular ocurre a nivel estatal y local pero no a nivel federal o en todos los estados, ha sido criticada por académicos legales .
Ernesto Zedillo agregó que los cambios de López Obrador “también apuntan a eliminar la autonomía de las instituciones electorales del país, subsumiéndolas bajo el Poder Ejecutivo. Esto significa que, como en el pasado semiautoritario de México, el partido gobernante administrará las elecciones y resolverá las disputas que surjan de ellas, con resultados predecibles».
Argumentó que estos ajustes y los que se prevén a otras instituciones y órganos autónomos pondrían fin a los mecanismos diseñados para prevenir el uso corrupto y abusivo del poder gubernamental y facilitaría el crecimiento económico del país.
En su texto el expresidente mexicano dijo que el último movimiento de Morena, en el que se presentó un proyecto de ley que pretende despojar a la Corte de su autoridad para revisar las reformas constitucionales aprobadas por el Congreso, desenmascara al partido por completo.
“Su intención es transformar el régimen político de México en uno autoritario», sostuvo y abundó que el nuevo gobierno, encabezado por Sheinbaum, “ha redoblado su apoyo al plan antidemocrático de AMLO», incluso “abogando porque el gobierno ignore los fallos judiciales”.
“La crisis constitucional que está alimentando no generará el buen gobierno democrático que fue elegida para proporcionar. En cambio, debería utilizar su mandato para detener la regresión democrática orquestada por AMLO —cualquiera sea su motivo final— e iniciar un proceso genuino e integral de reformas para lograr un verdadero Estado de derecho y seguridad ciudadana en México», escribió,
De acuerdo con el expresidente Zedillo, el gobierno de la presidenta Sheinbaum “podría mejorar enormemente el pobre desempeño de su antecesor. Deberá decidir entre honrar su lealtad a AMLO o a la voluntad del pueblo mexicano de vivir en democracia».