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Sergio Peris-Mencheta ha regresado a casa por Navidad. Parece el eslogan de un anuncio de turrón, pero nada más lejos de la realidad. El actor de 49 años ha vuelto a España tras un año y medio de ausencia luchando contra una leucemia que, a día de hoy, parece superada. “Digamos que por dentro estoy muy bien, todos los resultados son muy buenos. La enfermedad ha desaparecido y las analíticas son buenas. Aunque con mucha medicación todavía para evitar muchas cosas”, ha confesado a Mara Torres, presentadora del programa El Faro, de la Cadena Ser.
En su primera entrevista concedida tras llegar a España, el actor que se hizo famoso al protagonizar Al salir de clase ha hablado sin rodeos del duro año que le ha tocado vivir, un 2024 que comenzó con terribles noticias para él y su familia y que está a punto de finalizar con el mejor escenario imaginable: la enfermedad está superada y se recupera satisfactoriamente de las secuelas del trasplante.
El madrileño estuvo recibiendo tratamiento en Los Ángeles (Estados Unidos), hasta que el pasado mes de mayo, tuvo que someterse a un trasplante de médula ósea, cuyo donante fue su hermano. Pese a la compatibilidad con éste y que la operación fue un éxito, siete meses después, el actor y director de teatro, está todavía sufriendo las secuelas de una persona trasplantada.
Así se lo confesó a Mara Torres: «Mi hermano era un ‘Full match’, que es la máxima compatibilidad conmigo y sus células ahora ya son mías. Sin embargo, mi cuerpo no termina de reconocerlas, como si esas células todavía no entendieran el lugar en el que están. La casa”. En otras palabras, hay casos, como el de Sergio que las células del donante “no terminan de reconocer el lugar y por eso atacan a los órganos”, explica él, que agrega: “Es lo que se conoce como enfermedad de injerto contra huésped”.
Así que en estos momentos su cuerpo “trata de negociar permanentemente” y continúa: “Los glóbulos blancos me están atacando y tengo que tomar una medicación para contrarrestarlo. Se puede decir que mi cuerpo está negociando con su nueva situación». De ahí los efectos secundarios que está padeciendo: “No sudo, tengo la boca seca muy a menudo, me afecta a las articulaciones, a la piel». También aprovechó para explicar esa cara tan ‘bronceada’ que luce en la actualidad: «Por eso, este moreno que tengo no es del sol, es porque la piel en mi cara de momento está color minero».
Durante su charla con Mara Torres, Peris-Mencheta confesó cómo se siente en estos momentos: «Más vulnerable, aterrorizado y pequeñito que nunca, y valorando desde hace ya unos meses cada uno de mis pasos sobre la tierra». Y cuando echa la vista atrás y recuerda lo duros que han sido estos meses, el actor reconoce: «Esta experiencia te cambia mucho la pelota porque relativizas mucho más». Para él, su mayor preocupación eran sus hijos, Olmo y Río, y a los que ha intentando mantener al margen de su enfermedad: “Lo que más miedo me daba era dejar a mis hijos sin su papá. Y además, en esa época, yo estaba convencido de que la enfermedad era hereditaria, cuando la leucemia no es hereditaria».
Su mujer y su madre, su gran apoyo
Durante todo este arduo camino, Sergio Peris-Mencheta siempre ha contado con el apoyo de las dos mujeres muy importantes para él: su mujer, la también actriz Marta Solaz con la que lleva más de 20 años y con la que coincidió en Al salir de clase. Ella no se ha separado de su lado en todo este proceso y ha sido su mayor apoyo en todo este proceso.
Y su madre, para la que ha tenido palabras de cariño: “Fue la única capaz de calmarme porque, cuando yo le decía que me iban a comer los gusanos cuando me enterraran, ella me decía que tan solo iba a devolverle a la tierra el regalo de vivir. Eso me calmaba y me quedaba dormido».
El reencuentro con Juan Diego Botto
Cuando ya empieza a ver la luz al final del túnel, Sergio Peris-Mencheta solo quiere disfrutar de estos días en Madrid, donde está aprovechado para volver a encontrarse con viejos amigos. Especialmente emotivo ha sido el reencuentro con el también actor y director Juan Diego Botto, que el argentino se ha encargado de compartir en sus redes sociales.
Sergio y Juan Diego han cosechado un gran reconocimiento con 14.4, una obra de teatro escrita por el argentino y dirigida por el madrileño que cuenta la historia de un chaval marroquí que logra cruzar los 14,4 kilómetros de agua que separan África de España para vivir en Europa. Una obra que mientras su director luchaba contra la enfermedad, recibió todo tipo de elogios y reconocimientos.