Selección Nacional: se avecina un desastre mundialista Caos, desesperanza, ruina… Es la imagen que hoy se tiene de la Selección Nacional, a cinco meses del Mundial de Qatar. El desastre está a la vista. Es un colapso que lleva a imaginar lo peor. México ya trae el tiempo encima; por eso, resulta difícil validar las intenciones de mejora que pretende el DT. Molesta que Martino declare con tanta ligereza que no está preocupado por la situación. Es decepcionante la gestión del argentino.El desafío para México es encontrar un nivel de competencia decente para no hacer un ridículo mundial como el de Argentina 1978, cuando la Selección Nacional terminó última. La visión que uno tiene es la falta de comunión entre lo que pide Martino y lo que ejecutan los futbolistas; todo mal. Mientras el entrenador grita, manotea y se ve iracundo, los jugadores se muestran descoordinados, lentos, rebasados por el rival. No hay certeza de algo. Encontrar la mejor puesta a punto y las variantes que pueda necesitar el equipo en la Copa del Mundo es una descomunal labor, que no sabemos si se consiga.
Los jugadores cargan con su respectiva culpa en esta crisis. Este grupo que irá a Qatar, hasta ahora, tiene miedo de representar a México, le pesa la obligación de superar los octavos de final. Están los que quiere Martino que estén. El técnico, desde que llegó, se comprometió con estos sujetos que le pegan al balón, no va a convocar a otros que no estén en su círculo de amistad. Mentira que se llame a los que anden mejor. Los elegidos para el Mundial, como Herrera, Gallardo, Montes, Moreno, Jorge Sánchez, Álvarez, Guardado, Araujo y Raúl Jiménez, no se angustian, porque —a pesar de su baja forma de juego— están en la lista.
Ojalá, México consiga darle un giro a su paupérrimo futbol. Faltan cinco meses y el 11 inicial que pretende Martino contra Polonia tendrá sólo dos partidos más de preparación. Que pase esto rápido para comenzar un nuevo ciclo; el argentino le ha hecho mucho daño a la Selección.
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