Mónica Sánchez
El mundo del espectáculo asiste estupefacto al imparable número de acusaciones por abusos sexuales que recibe a diario Sean ‘Diddy’ Combs. Lo que comenzó pareciendo un caso aislado se ha convertido en una monumental sucesión de hechos delictivos cometidos presuntamente por Sean ‘Diddy’ Combs contra ciento veinte personas. El rapero y productor ha caído del cielo del lujo y el glamour al infierno del repudio público y la privación de libertad en un abrir y cerrar de ojos.
El pasado 16 de septiembre, fue arrestado en un hotel de Manhattan y compareció ante un tribunal federal de Nueva York. Su abogado –Marc Agnifilo, famoso por su defensa al líder de la secta NXIVM– insiste en que se está cometiendo una injusticia contra su cliente, que si bien es una “persona imperfecta” no es ningún criminal. Frente a esta postura, el letrado contratado por las víctimas, Tony Buzbee, ha advertido que pronto saldrá a la luz una lista de supuestos colaboradores del cantante: “Es una lista larga –reveló–, pero debido a la naturaleza de este caso, nos aseguraremos de estar en lo cierto antes de hacerlo”. Y ha enfatizado “los nombres sorprenderán”. Las penas a las que se enfrenta el poderoso productor discográfico podrían oscilar entre los quince años en prisión y la cadena perpetua, ya que está acusado de delitos tan graves como tráfico sexual, trabajos forzados, transporte interestatal con fines de prostitución, posesión de drogas, secuestro, soborno, incendio provocado y obstrucción de la justicia.
En la denuncia colectiva presentada ante la Justicia, y firmada por 120 personas entre las que se encuentra su exnovia, Cassandra Ventura, se revelan datos escalofriantes, como que veinticinco de las demandantes eran menores de edad cuando sucedieron los hechos. El abogado Tony Buzbee dejó a todos con la boca abierta al asegurar que un niño de apenas nueve años también había sufrido los excesos irracionales de ‘Diddy’ Combs. Mientras crece la bola de nieve de los delitos perpetrados por el cantante, este permanece recluido en una celda del Centro Metropolitano de Detención de Brooklyn. Todos cuantos, hace unos años, presumían de su amistad con ‘el campeón’ ahora tiemblan ante el listado con el que amenaza la defensa y con todo lo que se revelará sobre las fiestas, llenas de excesos, que organizaba ‘Diddy’ Combs en sus mansiones. Es importante señalar que el hecho de que se acudiera a estas fiestas –y la lista es interminable: de Jennifer Lopez a Mariah Carey pasando por Ashton Kutcher, Paris Hilton o Taylor Swift– no prueba ni mucho menos que los invitados fueran conocedores de los delitos que se acababan cometiendo en ellas.
Enigmático pasado
Jennifer Lopez salió con el magnate de 1999 a 2001, pero terminó rompiendo una relación que calificó de “insostenible”. J.Lo había conocido al productor durante el rodaje del videoclip If You Had my Love. Él tenía carisma y poder y Jennifer Lopez, talento y hambre de éxito. Su relación fue tormentosa y breve con un escabroso capítulo que imprimió sus nombres en la crónica policial. El 28 de diciembre de 1999, asistieron a una fiesta en un club neoyorquino llamado Hot Chocolate Club, donde se celebraba el lanzamiento del primer álbum de un joven rapero, Shyne. A las dos de la madrugada comenzó el caos en el club, en forma de un tiroteo y batalla campal. ‘Diddy’ Combs, J.Lo y Shyne huyeron del local en una camioneta, pero fueron interceptados por la policía, que halló en el vehículo una pistola de 9 mm robada. Aquella fue una de las noches más difíciles para J.Lo, que permaneció catorce horas bajo custodia, aunque finalmente fue liberada sin cargos.
Por esos años, ‘Diddy’ Combs mantuvo una relación muy estrecha, aunque profesional, con Mariah Carey, de quien fue su productor. Algunos medios comentaron en aquella época que cuando a Mariah Carey se le rompió el corazón en mil pedazos tras el fin de su noviazgo con Luis Miguel, justo en 2001, contó con el apoyo incondicional del rapero.
Los escalofriantes datos que han visto la luz durante este último mes conducen a una misma pregunta: ¿Quién es realmente este hombre violento, nacido en Harlem, que vendió periódicos y limonada por las calles durante su infancia y que, en 2017, fue declarado por la prestigiosa revista Forbes como el hombre más rentable del mundo? ¿Cuáles son las claves para entender su ascenso a lo más alto del escalafón social y su caída en picada?
Sean Johns Combs nació el 4 de noviembre de 1969 en uno de los barrios más violentos de Nueva York. Fue criado por su madre, después de que su padre, Melvin Combs, vinculado a un narcotraficante llamado Frank Lucas, fuera acribillado en el Central Park West. Desde niño, supo desenvolverse para salir adelante y prosperar. Era profundamente observador y sabía adelantarse a los deseos de los demás. Por ejemplo, a la hora de repartir los periódicos sabía exactamente dónde depositarlos (entre la puerta principal y el mosquitero) para dar gusto a sus clientes: “Ese cuidado me hizo diferente, me hizo ser el mejor repartidor de diarios. Desde entonces, comprendí que si le doy lo mejor a mis clientes y si presto un servicio diferente obtendré la devolución de mi trabajo».
Los millones perdidos de ‘Diddy’ Combs
Se dejó llevar por su instinto y supo diversificar sus negocios para no depender solo de una única fuente de ingresos. Comenzó en la industria musical por su amistad con Biggie Smalls (Notorius B.I.G) y Wavy Squad. Sus inicios humildes le dieron la ventaja de usar su olfato para distinguir lo que funcionaba de lo que no. Produjo música para las mejores –Mariah Carey, pero también Beyoncé– y ganó cuatro premios Grammy. Derrochaba seguridad en sí mismo y carisma. Parecía que todo era posible a su lado y que el cielo era su único límite.
No contento con sus éxitos en el rubro de la música –creó su propia discográfica–, abrió las más variopintas empresas: Ciroc Vodka, agua Aquaydrate, tequila DeLeon, una línea de ropa, Sean John, y se convirtió en accionista de Revolt TV. Forbes llegó a cuantificar su fortuna en más de ochocientos millones de dólares. La actual caída en desgracia de ‘Diddy’ Combs implica una caída estrepitosa en sus finanzas que, según los expertos, ha descendido a doscientos millones de dólares.
En cuanto a su vida familiar, Sean ‘Diddy’ Combs es padre de siete hijos. Al mayor de sus hijos biológicos, nacido en 1993, lo tuvo con la diseñadora Misa Hylton-Brim. La menor de sus hijos, Love, llegó al mundo el 10 de diciembre de 2022, veintisiete años después que su hermano mayor.
El cantante y empresario sostuvo una relación muy larga e intermitente, de 1994 a 2007, con Kimberly Porter, quien falleció de una neumonía en 2018. Otra de sus relaciones más largas fue la que tuvo con Cassie Ventura, la abanderada de la oleada de denuncias que le han llevado a la cárcel. Entre sus romances más sonados, además del ya citado con J.Lo, cabe mencionar el que vivió en 2001 con Emma Hemming, la actual esposa de Bruce Willis; con Naomi Campbell, de 2002 y 2003, y con Cameron Díaz de 2008 a 2012.
Los días pasan, las atrocidades crecen, el horror vivido en las tristemente famosas ‘fiestas blancas’, llamadas así por el código de vestimenta que se exigía, ve la luz, pero ‘Diddy’ Combs sigue declarándose inocente de todos los cargos. Su abogado defensor, el mediático Marc Agnifilo, se ha quejado amargamente por la denegación de libertad bajo fianza para su cliente, quien califica la situación que vive en la actualidad como un “circo mediático”. “Son los actos de un hombre inocente que no tiene nada que ocultar y que espera limpiar su nombre en los tribunales”, asegura la defensa de Combs.
La mayoría de las personas de su entorno, y muchos de los que acudían a aquellas famosas fiestas, que iluminaban las noches en los Hamptons, Los Ángeles y Miami, hoy guardan silencio. Nick Cannon, exesposo de Mariah Carey, y muy cercano durante años al rapero y empresario, se pronunció sobre las graves acusaciones de Cassie, dándole la razón: “Es alguien herida, que fue víctima”, aunque también pidió que se escuchara la versión de los hechos según Sean Combs: “¿Qué pasa con Puff?”.
Por el momento, un tribunal de Nueva York sigue recabando información para dictar sentencia. Mientras él defiende su inocencia, los abogados de las víctimas esgrimen que “participó en un patrón persistente y generalizado de abuso hacia mujeres y otras personas […] para satisfacer sus deseos sexuales, proteger su reputación y ocultar su conducta”. En diciembre, hostigado por las denuncias, ‘Diddy’ Combs escribió en sus redes: “No hice ninguna de las cosas horrible que se alegan. Lucharé por mi nombre, mi familia y por la verdad”. Pero esta última no le favorece y la evidencia –como un video de 2016 en el que se le ve claramente golpeando a Cassie– parece incuestionable. Tanto es así que desde el pasado junio ha sido declarado persona “non grata”. El alcalde de Nueva York, Eric Adams, le pidió que devolviera las llaves de la ciudad que le había otorgado en 2023. Y la Universidad Howard le rescindió un título honorífico que le había concedido. El ídolo ha perdido su poder.