La fuga de hoy en el Cereso número 3 de Ciudad Juárez, evidenció al sistema penitenciario en Chihuahua, su seguridad, como se demostró, pende de alfileres y es evidente la corrupción al interior de los penales, ya que todo se fraguó con la complicidad de custodios. El tráfico de todo tipo de substancias prohibidas es el pan de cada día.
hoy por la tarde no había nada oficial de lo ocurrido, hubo un rotundo silencio ante un hecho de sangre, complot, muertes y ejecuciones que no se habían presentado ni en los peores días de inseguridad del ex gobernador José Reyes Baeza.
Llama la atención de un asunto tan delicado, que ni la Gobernadora, Maru Campos, ni el Fiscal General del Estado, Roberto Fierro, mucho menos el Secretario de Seguridad Pública del Estado, Gilberto Loya o los responsables del sistema penitenciario salieran a dar una versión de oficial de lo que ocurrió, lo que demostró un vacío de poder en materia de seguridad.
No es cualquier situación, para nada es un hecho aislado, que el crimen organizado trastocó los sistemas de seguridad de las instituciones en Chihuahua. Los responsables de la seguridad del Estado estaban con resaca, amanecidos, o aún de fiesta por el año nuevo ayer por la madrugada, cuando un comando armado perpetró el asalto al Cereso número 3 para sacar a uno de sus jefes mafiosos, dejar en libertad a otros 30 delincuentes, a su paso ejecutar a 10 custodios, que no andaban armados, y matar a otros 4 internos.
Luis Alfonso Harris Arredondo, responsable del sistema penitenciario en Chihuahua es el que está en la cuerda floja. Es mejor que caiga Harris a que caiga el Fiscal General del Estado, Roberto Fierro, ya que de él depende toda la estructura.
Han sido muchos los señalamientos de corrupción que se le han hecho a Harris Arredondo, por cuyas oficinas pasan carretadas de dinero por la inmensa corrupción que detonó con la llegada de la nueva administración gubernamental.
Lo que protege a Harris Arredondo, es la complicidad con la que se maneja, ya que los Ceresos son la caja chica de muchos funcionarios del Gobierno Estatal.
Jesús Francisco Soto Silva, según lo advierten al interior de la Fiscalía General del Estado, es un mal necesario ya que es el que tiene contacto con todos los líderes criminales que purgan sentencias en los Ceresos y quien mantiene -o mantenía hasta ayer- un supuesto control.
Soto Silva sabe muy bien el negocio de los Ceresos. Es una industria de hacer dinero, pero ayer Soto Silva al igual que Harris dejaron de ser necesarios, ya que en sus áreas de control se desató el infierno y podría seguir en otros Ceresos del Estado, pues ya se demostró que los malosos tienen más fuerza, control y poder de fuego que la misma autoridad.