Editorial Mediotiempo, AFP –
La tragedia en el futbol de Indonesia de este sábado que cobró la vida de más de un centenar de personas ha dejado «marcados de por vida» a los jugadores del club Arema, reconoció el entrenador chileno del club, Javier Roca, quien hizo escalofriantes declaraciones de cómo se vivió la desgracia en la cancha del Estadio Malang.
«Tras el partido me fui al vestuario y algunos jugadores se quedaron en el campo. Al volver de la rueda de prensa me encontré con la tragedia y con el caso dentro del estadio. Los muchachos pasaban con víctimas en brazos«, explicó Roca.
«Lo más terrible fue cuando entraban víctimas a ser atendidas por el médico del equipo. Entraron unas 20 personas y fallecieron cuatro. Hubo aficionados que murieron en brazos de jugadores«, añadió.
Los incidentes lamentables comenzaron cuando aficionados del Arema saltaron al césped del estadio de Kanjuruhan, después de la derrota por 3-2 contra el Persebaya Surabaya. La policía trató de dispersar a los hinchas y devolverles a la grada mediante el uso de gases lacrimógenos tras la muerte de dos agentes, lo que provocó avalanchas y movimientos incontrolados.
«Estoy destrozado mentalmente. Siento una carga muy fuerte, incluso responsabilidad. Los resultados mandan y determinan lo que pasa al acabar. Si hubiésemos empatado, esto no hubiese pasado», dijo el chileno Roca.
«Quedó demostrado que el estadio no estaba preparado, no esperaban un caos de tal magnitud. Fue una avalancha. Nunca había pasado nada así en el estadio, y se vio colapsado por la cantidad de gente que quería huir. Creo que la policía se extralimitó, aunque no estaba en el campo y no viví el desenlace. Viendo las imágenes, quizás podrían haber usado otras técnicas», añadió en su entrevista a la Cadena Ser.