Tras un año y medio al frente del Buró Federal de Investigaciones (FBI) en El Paso, el agente Luis Quesada fue ascendido para dirigir un grupo nacional
Armando Velez /
Tras poco más de año y medio a cargo de la División El Paso del Buró Federal de Investigaciones (FBI), el agente especial Luis Quesada se despide de la ciudad en la que su labor fue fundamental para fincarle cargos federales al presunto autor de la masacre de Walmart.
“Esa investigación fue larguísima, fue una tragedia que no se puede olvidar en El Paso. Y aunque yo llegué después de eso puedo sentir el impacto que dejó en la comunidad. Creo que en eso nos hemos movido muy fuerte”, expresó Quesada en entrevista con El Diario.
“El proceso desde el día primero en que ocurrió la tragedia, el FBI ha dedicado todos sus recursos en la oficina para asegurarse que ese caso avance positivamente y que al final la justicia sea servida”, añadió.
“No hay forma de describir ese crimen tan terrible que no tiene razón. Es primordial que los gobiernos federal y estatal apliquen todos los recursos para que se haga justicia”, dijo.
De origen cubano y criado en la Florida, Quesada ingresó al FBI en 1995, después de haber pertenecido a la Policía de Miami, trabajo que tomó recién graduado de la universidad. Como parte de su labor en la agencia, ha sido asignado como enlace en países de Latinoamérica y los Balcanes.
“Me ascendieron para otra posición, de vicedirector asistente en el Grupo de Respuesta para Incidentes Críticos. Es un grupo que responde a los equipos especiales de SWAT con explosivos que cubre toda la nación”, dijo quien será trasladado a Quantico, Virginia, sede de la Academia del FBI.
“Para mí es una muy buena posición, otro desafío. Ha sido una muy buena oportunidad”, expresó. El viernes será su último día a cargo de la oficina; se espera que se nombre a un interino para su puesto mientras se nombra a su sucesor.
Justicia binacional
Un caso del que Quesada se siente orgulloso fue el arresto de Luis Méndez, conocido como “El Narizón”, el último fugitivo en el caso de los asesinatos del Consulado de EU en Juárez, quien fuera detenido diez años después del incidente que cegó la vida de dos residentes de El Paso –Leslie Ann y Arthur Redelfs– y el esposo de una empleada de la sede consular.
“Fue en el aniversario de diez años que pudimos extraditar a Luis Méndez para que enfrente a la justicia aquí”, dijo.
Agregó que han tenido éxitos en casos de pedofilia y prevenido amenazas, las cuales han procesado de manera expedita a través de redes sociales, así como un crimen de odio en Midland/Odessa, donde una persona atacó a una familia.
“Una cosa que yo quería era fomentar la comunicación entre nuestra oficina y la comunidad de El Paso y Juárez, porque estamos como ciudades hermanas. Tengo muchos que trabajan aquí que tienen familia que cruza todos los días a trabajar”, dijo.
Durante su estancia en El Paso, Quesada ha ofrecido transparencia a la comunidad, organizando conferencias de prensa donde cada semana expertos en el crimen dan consejos a los paseños sobre cómo enfrentar estafas románticas, crímenes y otras cosas.
“Creo que ha sido una de las cosas más importantes que hemos hecho. Nosotros dependemos de la comunidad para hacer el trabajo: es importante esa relación y esa confianza, para ser más eficientes”, dijo.
El agente Quesada es el segundo latino a cargo de la División El Paso del FBI, después de Manuel Mora, quien ocupó el cargo en 2007.
“Yo estoy muy orgulloso como hispano de representar al FBI en El Paso. Creo que es una comunidad muy abierta que nos ha tomado a mí y a mi familia. La oficina es una oficina muy buena, dedicada a la misión del FBI, y la comunidad ha sido gente espectacular”, expresó.
Señaló que la colaboración que existe en El Paso con otras agencias del orden no existe en otros lugares del país entre la DEA, CBP, HSI, al grado de calificarla como “espectacular”.
Baja criminalidad
¿Qué lecciones deja El Paso a un agente experimentado como Quesada, con un cuarto de siglo en el FBI?
Así respondió: “El año pasado fue el tercer lugar con menos crímenes violentos y el quinto en general con menos crímenes para una ciudad que es considerada grande, de 700 mil a 800 mil personas. El nivel de crimen es muy bajo, así que eso habla mucho de la comunidad”.
“Quisiera llevarme un frasco con un poco del aire seco de esta ciudad, y mira que te lo dice alguien que viene de la humedad de Florida”, concluyó.