Un satélite europeo fuera de uso que es del tamaño de un rinoceronte volverá para estrellarse contra la Tierra este miércoles, sin embargo, las autoridades insisten en que no representa ningún peligro para el planeta.
Según la Agencia Espacial Europea (ESA), que lanzó el satélite ERS-2 hace casi 30 años, volverá a entrar en la atmósfera terrestre a las 15:49.
Un nuevo mapa muestra la zona de impacto sobre el Océano Pacífico, justo al norte del ecuador y al sureste de Hawái, en donde la ESA espera que el satélite comience a fragmentarse, por lo que podría esparcirse a lo largo de cientos de kilómetros.
Afortunadamente, la ESA no espera que golpeen a nadie, ya que dice que el riesgo anual de que un ser humano resulte herido por desechos espaciales es de aproximadamente uno entre 100 mil millones.
Según la ESA, el satélite se fragmentará en el punto de reentrada cuando entre en la atmósfera terrestre debido a que la compresión y fricción en la densa región de la atmósfera más cercana a la Tierra genera una gran cantidad de calor que rompe y quema la mayor parte de la maquinaria del satélite.
ERS-2 pesa poco más de 2 toneladas, aproximadamente lo mismo que un rinoceronte adulto.
«La gran mayoría del satélite se quemará, y cualquier pieza que sobreviva se esparcirá de forma algo aleatoria sobre una trayectoria terrestre de una media de cientos de kilómetros de largo y unas pocas decenas de kilómetros de ancho», explicó la agencia.
El satélite ERS-2 fue lanzado el 21 de abril de 1995 desde el Centro Espacial Guayana de la ESA cerca de Kourou, Guayana Francesa, para estudiar las superficies terrestres, los océanos y los casquetes polares de la Tierra.
Después de 15 años, la sonda espacial seguía funcionando cuando la ESA declaró completada la misión en 2011.
Se realizaron maniobras de desorbitación para consumir el combustible restante del satélite y los expertos en control terrestre comenzaron a reducir su altitud de aproximadamente 785 km a 356 573 km.