Rapiña de lugareños frustró lo que pudo ser un hito histórico de la paleontología
GUERRERO, Chih.- Las paredes erosionadas de los barrancos del valle del Papigochi, Guerrero, dejaron ver los restos de megafauna del tipo Proboscidio, a la que pertenecen el mamut, mastodonte y gonfoterio, que existieron hace miles de años (durante el Pleistoceno). Sin embargo, el saqueo por parte de ciudadanos quitó la posibilidad de estudiar restos importantes, en lo que pudo haber sido un descubrimiento histórico.
En dos sitios de barrancos de arenisca y arcilla, a pocos kilómetros de la cabecera municipal de Guerrero, en los últimos días pobladores encontraron restos de esta megafauna, que según explicó el arqueólogo Enrique Chacón, especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), caminó en manadas en la era del Pleistoceno, que abarca desde hace millones de años, hasta la extinción de estos animales hace más de 12 mil años.
En dos sitios de barrancos de arenisca y arcilla, a pocos kilómetros de la cabecera municipal de Guerrero, en los últimos días pobladores encontraron restos de esta megafauna, que según explicó el arqueólogo Enrique Chacón, especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), caminó en manadas en la era del Pleistoceno, que abarca desde hace millones de años, hasta la extinción de estos animales hace más de 12 mil años.
Con algo de frustración, el arqueólogo Enrique Chacón y Fernando Peña, jefe de Seguridad y Resguardo de Bienes Patrimoniales del INAH, acompañados del historiador de Guerrero, profesor Fernando Peña, observan entre las paredes del barranco, donde claramente se muestra plasmada parte de la historia geológica de la región, cómo el lugar ya fue saqueado.
Explican que llegó a sus manos un video reciente, donde se observa cómo ciudadanos de una comunidad cercana escarban y sacan los huesos fosilizados de una de estas bestias prehistóricas. Los autores del material señalan que es un mamut; sin embargo, el arqueólogo Enrique Chacón indica que los fragmentos de cráneo, colmillos y molares que pudo ver se asemejan más a un gonfoterio, emparentado con el mamut y con los elefantes actuales. Destacó que los hallazgos de esta especie en particular son poco usuales en Chihuahua.
Del lugar saqueado únicamente pudieron encontrar parte de la punta de un cuchillo que usaron para rascar la arenisca, además de algunos pequeños fragmentos de hueso de no más de un par de centímetros. Saben que son antiguos, pero también que son imposibles de identificar.
El otro sitio paleontológico se encuentra a unos cuantos kilómetros de ahí, en un barranco similar, marcado por la erosión del suelo a consecuencia de la lluvia y el viento. El lugar es de muy complicado acceso, lo que hace difícil el estudio, pero garantiza que en el lugar todavía hay restos.
Luego de un descenso difícil a unos pocos metros, Enrique Chacón pudo confirmar un hallazgo, se trata de fragmentos de cráneo y de un colmillo, que tienen características de ser del Pleistoceno. Al no saber aún si se trata de un mamut, mastodonte o gonfoterio, la especie se califica con el nombre genérico de proboscidio.
Comentó que ahora sigue hacer las maniobras necesarias para sacar los restos; llevarlos a las oficinas del INAH para darle el tratamiento adecuado y lograr la identificación y datación precisa.
Por las características del terreno e historial de hallazgos anteriores, no se descarta que más restos sean encontrados en la zona.
Guerrero, lugar de vestigios arqueológicos y paleontológicos
El municipio de Guerrero ha sido un lugar importante en cuanto a descubrimientos de culturas antiguas, como las 22 momias encontradas en el 2011 en la Cueva del Gigante, de casi mil años de antigüedad; así como los hallazgos de fauna prehistórica.
Fernando Peña, cronista e historiador de la región, relató que desde hace décadas se han hecho descubrimientos importantes. Comentó que en los barrancos que ahora se investigan, hace años se descubrió el cráneo y colmillos de un mamut, en su momento fueron exhibidos en el museo de Guerrero, luego llevados a la Ciudad de México.
Asimismo, se sabe que durante la construcción de la carretera que comunica a Guerrero con Cuauhtémoc, concluida en el 2004, se encontraron varios restos de megafauna, precisamente en la misma zona de los últimos hallazgos, lo que habla de un auténtico cementerio de Pleistoceno.
Por razones desconocidas, el hallazgo no fue reportado a las autoridades correspondientes y los esqueletos o fragmentos de ellos desaparecieron.
El personal del INAH presente en estos trabajos comentó que tienen conocimiento de otros descubrimientos muy importantes en el municipio, peor que no han sido reportados al instituto, ya que se ha saqueado la zona con la esperanza de poder vender las piezas.
Importancia de cuidar el patrimonio y evitar saqueo de objetos históricos
“En ocasiones, la gente piensa que al encontrar restos de culturas antiguas, mamut u otros animales prehistóricos tiene la posibilidad de hacerse rico, pero no es así”, recalcó el arqueólogo Enrique Chacón, quien dijo que el valor económico de estas piezas no es tan alto como la gente especula; mientras que la pérdida de patrimonio histórico y de información científica relevante, sí es muy elevada.
Ante ello, hizo un exhorto a toda la comunidad para evitar los saqueos, ya sea de ollas, esqueletos humanos o bien restos de animales extintos. Explicó que la gente carece de la técnica y materiales indispensables para poder sacar en las mejores condiciones posibles los restos, por lo que suele destruirlos, y con ello se llevan información y piezas de mucho interés.
Lo correcto al encontrar estos tesoros, que no son de oro o plata, pero sí de información y cultura, es comunicarlo a autoridades como el INAH, para que se hagan cargo del adecuado tratamiento de las piezas, destacó Fernando Peña, jefe de Seguridad y Resguardo de Bienes Patrimoniales del INAH.
Al llamado se sumó el cronista de Guerrero, Fernando Peña, quien destacó la importancia de cuidar el patrimonio histórico, ya que hacerlo dará más beneficios a la comunidad. Informó que en caso de encontrar algo importante, es necesario comunicarlo de inmediato al museo de Guerrero o a la Presidencia Municipal, para que ellos se encarguen de avisar a expertos.
Tierra de gigantes prehistóricos
Durante miles de años la región que comprende desde el actual Yepómera, en el municipio de Temósachic, hasta la Laguna de Bustillos, en Cuauhtémoc, fue escenario de la vida y muerte de una fauna vasta. Era la época del Pleistoceno, que inició hace millones de años hasta su fin hace más de 10 mil, con la desaparición de los últimos grandes mamíferos.
El arqueólogo Enrique Chacón, especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), comentó que este espacio de tierra que cruza gran parte del territorio del estado de Chihuahua fue un nicho ecológico muy importante.
Yepómera, dijo, es uno de los enclaves con restos paleontológicos más importantes, y donde han encontrado piezas en mejor estado de conservación, lo que significa una oportunidad grande para la investigación científica.
Desde Yepómera se inicia una zona de paleólagos (lagos prehistóricos), que fueron muy importantes en el ecosistema antiguo, eso permitía que grupos de megafauna como mamut, mastodonte y gonfoterio, así como otras especies de menor tamaño, como caninos, felinos, caballos prehistóricos, entre otros, prosperaran.
Los paleólagos se extendían por toda la región, pero por cuestiones climáticas el ecosistema fue cambiando, y con ello fue también cambiando la fauna. Una de las últimas zonas en secarse fue donde actualmente se encentra la Laguna de Bustillos y Favela, lugar que también tiene historia de hallazgos de restos de esta megafauna.
Explican que llegó a sus manos un video reciente, donde se observa cómo ciudadanos de una comunidad cercana escarban y sacan los huesos fosilizados de una de estas bestias prehistóricas. Los autores del material señalan que es un mamut; sin embargo, el arqueólogo Enrique Chacón indica que los fragmentos de cráneo, colmillos y molares que pudo ver se asemejan más a un gonfoterio, emparentado con el mamut y con los elefantes actuales. Destacó que los hallazgos de esta especie en particular son poco usuales en Chihuahua.
Del lugar saqueado únicamente pudieron encontrar parte de la punta de un cuchillo que usaron para rascar la arenisca, además de algunos pequeños fragmentos de hueso de no más de un par de centímetros. Saben que son antiguos, pero también que son imposibles de identificar.
El otro sitio paleontológico se encuentra a unos cuantos kilómetros de ahí, en un barranco similar, marcado por la erosión del suelo a consecuencia de la lluvia y el viento. El lugar es de muy complicado acceso, lo que hace difícil el estudio, pero garantiza que en el lugar todavía hay restos.
Luego de un descenso difícil a unos pocos metros, Enrique Chacón pudo confirmar un hallazgo, se trata de fragmentos de cráneo y de un colmillo, que tienen características de ser del Pleistoceno. Al no saber aún si se trata de un mamut, mastodonte o gonfoterio, la especie se califica con el nombre genérico de proboscidio.
Comentó que ahora sigue hacer las maniobras necesarias para sacar los restos; llevarlos a las oficinas del INAH para darle el tratamiento adecuado y lograr la identificación y datación precisa.
Por las características del terreno e historial de hallazgos anteriores, no se descarta que más restos sean encontrados en la zona.
Guerrero, lugar de vestigios arqueológicos y paleontológicos
El municipio de Guerrero ha sido un lugar importante en cuanto a descubrimientos de culturas antiguas, como las 22 momias encontradas en el 2011 en la Cueva del Gigante, de casi mil años de antigüedad; así como los hallazgos de fauna prehistórica.
Fernando Peña, cronista e historiador de la región, relató que desde hace décadas se han hecho descubrimientos importantes. Comentó que en los barrancos que ahora se investigan, hace años se descubrió el cráneo y colmillos de un mamut, en su momento fueron exhibidos en el museo de Guerrero, luego llevados a la Ciudad de México.
Asimismo, se sabe que durante la construcción de la carretera que comunica a Guerrero con Cuauhtémoc, concluida en el 2004, se encontraron varios restos de megafauna, precisamente en la misma zona de los últimos hallazgos, lo que habla de un auténtico cementerio de Pleistoceno.
Por razones desconocidas, el hallazgo no fue reportado a las autoridades correspondientes y los esqueletos o fragmentos de ellos desaparecieron.
El personal del INAH presente en estos trabajos comentó que tienen conocimiento de otros descubrimientos muy importantes en el municipio, peor que no han sido reportados al instituto, ya que se ha saqueado la zona con la esperanza de poder vender las piezas.
Importancia de cuidar el patrimonio y evitar saqueo de objetos históricos
“En ocasiones, la gente piensa que al encontrar restos de culturas antiguas, mamut u otros animales prehistóricos tiene la posibilidad de hacerse rico, pero no es así”, recalcó el arqueólogo Enrique Chacón, quien dijo que el valor económico de estas piezas no es tan alto como la gente especula; mientras que la pérdida de patrimonio histórico y de información científica relevante, sí es muy elevada.
Ante ello, hizo un exhorto a toda la comunidad para evitar los saqueos, ya sea de ollas, esqueletos humanos o bien restos de animales extintos. Explicó que la gente carece de la técnica y materiales indispensables para poder sacar en las mejores condiciones posibles los restos, por lo que suele destruirlos, y con ello se llevan información y piezas de mucho interés.
Lo correcto al encontrar estos tesoros, que no son de oro o plata, pero sí de información y cultura, es comunicarlo a autoridades como el INAH, para que se hagan cargo del adecuado tratamiento de las piezas, destacó Fernando Peña, jefe de Seguridad y Resguardo de Bienes Patrimoniales del INAH.
Al llamado se sumó el cronista de Guerrero, Fernando Peña, quien destacó la importancia de cuidar el patrimonio histórico, ya que hacerlo dará más beneficios a la comunidad. Informó que en caso de encontrar algo importante, es necesario comunicarlo de inmediato al museo de Guerrero o a la Presidencia Municipal, para que ellos se encarguen de avisar a expertos.
Tierra de gigantes prehistóricos
Durante miles de años la región que comprende desde el actual Yepómera, en el municipio de Temósachic, hasta la Laguna de Bustillos, en Cuauhtémoc, fue escenario de la vida y muerte de una fauna vasta. Era la época del Pleistoceno, que inició hace millones de años hasta su fin hace más de 10 mil, con la desaparición de los últimos grandes mamíferos.
El arqueólogo Enrique Chacón, especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), comentó que este espacio de tierra que cruza gran parte del territorio del estado de Chihuahua fue un nicho ecológico muy importante.
Yepómera, dijo, es uno de los enclaves con restos paleontológicos más importantes, y donde han encontrado piezas en mejor estado de conservación, lo que significa una oportunidad grande para la investigación científica.
Desde Yepómera se inicia una zona de paleólagos (lagos prehistóricos), que fueron muy importantes en el ecosistema antiguo, eso permitía que grupos de megafauna como mamut, mastodonte y gonfoterio, así como otras especies de menor tamaño, como caninos, felinos, caballos prehistóricos, entre otros, prosperaran.
Los paleólagos se extendían por toda la región, pero por cuestiones climáticas el ecosistema fue cambiando, y con ello fue también cambiando la fauna. Una de las últimas zonas en secarse fue donde actualmente se encentra la Laguna de Bustillos y Favela, lugar que también tiene historia de hallazgos de restos de esta megafauna.
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