Sanación por medio de masaje de obsidiana en Chihuahua
Eduardo Arredondo Delgado
Como un buscador de algo, primero y después de la verdad o lo que se le acercara. Aunque el estrés lo cegaba, lo absorbía y lo debilitaba. Y aún no había respuestas.
De arriba o de otra dimensión lo acogió y se convirtió en un hombre/medicina (moderno medicine man) fusionando ancestrales conocimientos de una mal llamada medicina alternativa.
Alejandro Urueña Téllez dedicó más de un cuarto de siglo al reaseguramiento de grandes empresas (comprar seguro a las compañías). Y la constante migraña lo adentro a involucrarse en otros saberes, cuando prácticamente había tocado fondo.
Entonces Alejandro se adentró al mundo holístico y “sin quererlo” se convirtió en un experto de los masajes con obsidiana, técnica poco conocida en México. Y una sanación a través de plumas de aves como el águila, cóndor y el búho.
“A través de las plumas limpio el campo áurico, pero las plumas peinan y lo que está enredado se desenreda”, dice mientras disfruta de una comida.
Reconoce que después de diez mil horas de experiencia ve el cuerpo como un mapa, donde puede haber problemas de toda índole, desde problemas serios hasta simples bloqueos energéticos. “Veo si hay flujo de energía, veo los centros energéticos y lo veo también con la ayuda del péndulo”, indica.
“Cuando convives con la naturaleza la energía sube, aumenta y entre más contacto tengas mejor”
Nacido en la ciudad de México, Alejandro sufría de severos dolores de cabeza y después su esposa lo llevó con un hombre de conocimiento para “pasarle energía” y cuando lo descubrí me sentí muy bien. “Fue tan rico, cuando descubrí eso en Metepec, estado de México que tuve curiosidad de sentirme mejor, más pleno”. Luego llegué a la meditación, de hecho, lo hice cerca de un panteón, curiosamente.
Alejandro explica que el masaje con obsidiana (piedra volcánica) es para todas las personas. “Se calienta la obsidiana con aceite y después se coloca en el cuerpo logrando vivir sensaciones únicas. En este momento de la vida nos
hemos olvidado del contacto físico, y este masaje es un apapacho, un preámbulo de sensaciones”.
Alejandro ya fusionó diversas tradiciones, y aprendió desde los secretos de temazcales y hasta medicina Wixárica (absorber enfermedades).
Aquí estoy haciendo mi misión de vida, recalca.
Alejandro Urueña estará aquí en Chihuahua esta semana y después se trasladará a Ciudad Cuauhtémoc. Citas con Victoria Grijalva (acupunturista) 6142356900
Alejandro también trajo consigo pulseras de piedras semipreciosas y rocas en bruto.
Eduardo Arredondo es investigador, periodista y arqueólogo.
Su libro “La Máquina de los Impostores” es ya un clásico.