Ante la reaparición con vida de Salvador Rangel Mendoza en un hospital luego de un secuestro, revelaron que lo drogaron, golpearon y robaron. Reportaron al diario Reforma que lo encontraron el lunes después de las 5:00 p.m. en el hospital «Dr. José G. Parres» de Cuernavaca, tras denuncias hechas públicas sobre su desaparición Es impactante y preocupante leer sobre el secuestro y el posterior estado en el que encontraron a Salvador Rangel. El hecho de que lo hayan drogado, golpeado y robado es profundamente perturbador y refleja la grave situación de inseguridad en algunas áreas de México.
El descubrimiento de Rangel en el hospital como un desconocido, con signos evidentes de haber sido agredido y bajo los efectos de las drogas, resalta la vulnerabilidad de los ciudadanos incluso en posiciones de autoridad. El informe médico positivo para drogas sugiere una situación aún más alarmante, ya que indica el uso de sustancias para controlar a la víctima.
La sugerencia de que el secuestro podría haber sido una forma de vaciar sus cuentas bancarias mediante el uso de su tarjeta de débito es particularmente preocupante y sugiere una sofisticación y brutalidad por parte de los perpetradores.
El hecho de que Rangel saliera de su domicilio el sábado y no fuera encontrado hasta el lunes, junto con el hecho de que se necesitara la denuncia pública para iniciar la búsqueda, plantea preguntas sobre la eficacia y la rapidez de la respuesta de las autoridades en casos de secuestro.
Esperemos que las autoridades puedan investigar a fondo este incidente y llevar a los responsables ante la justicia, además de tomar medidas para mejorar la seguridad y prevenir futuros casos similares.