El comediante atribuye las acusaciones a una ‘conspiración’ del gobierno
Ayer lunes, la policía metropolitana de Londres anunció que había iniciado una investigación exhaustiva en torno a las graves acusaciones que ha venido recibiendo el actor Russell Brand en las últimas semanas. El semanario Sunday Times y el programa ‘Dispatches’, de la cadena Channel 4, sacaron a relucir los testimonios de cuatro mujeres que aseguraban que el también humorista les había sometido a un maltrato emocional continuado y, más grave aún, a prácticas vejatorias de índole sexual. Desde entonces, las denuncias contra el artista se han multiplicado en la capital británica, según ha informado Scotland Yard, y todas ellas se refieren a presuntos casos de agresión sexual.
La respuesta del que fuera marido de Katy Perry no se ha hecho esperar. Por medio de su cuenta en la plataforma Rumble, que tiene un coste de 60 dólares para sus suscriptores, el intérprete ha negado todos los hechos que se le imputan y, como ya hizo en días anteriores, ha atribuido su aparente caída en desgracia a una «conspiración» dirigida por el gobierno para vulnerar su derecho a la libre expresión, con la connivencia de los grandes medios de comunicación. Para ello, ha subrayado Brand, todos estos agentes y sus cómplices, incluidas las denunciantes, han orquestado una estrategia de descrédito para transformar su conocida «promiscuidad» en falsos actos delictivos.
«¿Estamos siendo silenciados? La batalla por la libertad de expresión, retransmitiéndose ya en @rumblevideo», reza la descripción de su última aparición pública, en la que Russell Brand no ha tenido reparo en pedir donaciones a sus acólitos para poder costearse posibles procesos legales en su contra. Además, el cómico ha argumentado que las autoridades pretenden cortar una de sus principales fuentes de financiación, la que procede precisamente de su presencia en diversas redes sociales.
Sea como fuere, lo cierto es que a la policía se le acumulan expedientes sobre las supuestas transgresiones ilícitas del artista, de 48 años. Un portavoz del cuerpo explicaba en rueda de prensa que muchos de las agresiones sexuales que se le atribuyen al cómico no son recientes, pero que las presuntas víctimas recibirán toda la asistencia psicológica y emocional que necesiten. «Seguimos animando a todo el mundo que considere que ha sido víctima de un delito sexual a contactarnos, sin importar el tiempo que haya pasado. Entendemos que puede resultar un paso difícil de dar, pero les aseguramos que tenemos un equipo de agentes expertos para ofrecer apoyo y consejos», señalaba el superintendente Andy Furphy.