Rosa Montero acude a la Semana Negra de Gijón y confiesa que el personaje Bruna Husky de su trilogía de ciencia ficción es el más parecido a ella
GIJÓN. Volviendo a los temas recurrentes de su obra: la muerte, el paso del tiempo, el sentido de la vida, la falta de fiabilidad en la realidad o el amor, entre otros, la escritora madrileña Rosa Montero volvió a la Semana Negra de Gijón para presentar, en esta edición 32, la tercera novela de ciencia ficción de su trilogía con el personaje de Bruna Husky Los tiempos del odio.
La escritora, Premio Nacional de las Letras en España, alertó en este thriller de ciencia ficción inspirado en la realidad política sobre el avance de los totalitarismos. “Tanto en el mundo de Bruna, mi personaje, como en el nuestro, hay una crecida, una subida de extremismos dogmáticos, fanáticos, eso no ha dejado de crecer y pueden ser laicos o religiosos, pueden ser de extrema derecha o extrema izquierda, no son racionales y por tanto necesitan un enemigo para construir la visión de odio”, advirtió.
Puso como ejemplo a Jair Messias Bolsonaro, en Brasil o a Donald Trump, en Estados Unidos, quienes han llegado al poder directamente por discursos electorales totalmente de odio. «Vivimos un momento complicado caracterizado por el descrédito del sistema democrático, la añoranza de los totalitarismos y la ampliación de la brecha entre pobres y ricos», ha indicado.
Sin embargo, aseguró que el libro intenta dar un mensaje esperanzador aunque refleje un mundo en el que la crispación populista va en aumento y pareciera que tenemos enfrente una amenaza de guerra. “Yo creo que ya en la época de las cavernas había trogloditas que, algunos como sistema de convivencia utilizaban la compasión y el poder satisfacer las necesidades del ajeno, mientras que había otros que como sistema de supervivencia se aprovechaban de los demás”, relató.
Insistió en que actualmente hay un escenario poco esperanzador para el mundo, pero que se redime con el amor como una fuerza vital “Yo misma soy una superviviente y estoy convencida de que siempre hay luz al final del túnel”, aseguró.
En Los tiempos del odio, la detective replicante Bruna Husky, independiente, poco sociable, intuitiva y poderosa, sólo tiene un punto vulnerable: su gran corazón. Cuando el inspector Lizard desaparece sin dejar rastro, la detective se lanza a una búsqueda desesperada y contrarreloj del policía.
Su investigación la lleva a una colonia remota de Nuevos Antiguos, una secta que reniega de la tecnología, así como a rastrear los orígenes de una oscura trama de poder que se remonta al siglo XVI. Mientras tanto, la situación del mundo se hace más y más convulsa, la crispación populista aumenta y la guerra civil parece inevitable.
Bruna tendrá que hacer frente a su mayor temor, la muerte, en una historia que es un certero y deslumbrante retrato de los tiempos que vive el mundo actual.
Montero dejó claro que a lo largo de la humanidad ha habido momentos históricos con más luz y más oscuridad. “Estos son de más oscuridad por los dogmas, por los extremismos, por los autoritarismos, pero también por el cambio climático, que lo tenemos encima y si no hay una tecnología que consiga paralizarlo lo vamos a pasar muy mal”, recalcó.
“Estamos de verdad en tiempos de odio y esto de ahora ha salido de la última crisis ya que hemos salido de ella con el empobrecimiento del 25% de la población mundial, los responsables de la crisis no han sido penados y se ha incrementado mucho la distancia entre los ricos y pobres”, sostuvo.
Sobre el hecho de que sus novelas sobre Bruna Husky sean del género de ciencia ficción, abundó que es un genero esotérico, extraño, habla de cosas que no tiene que ver con la realidad de uno, pero da herramientas metafóricas, maravillosas, para hablar del aquí y del ahora. “Siempre digo que mis novelas de Bruna, que vive en Madrid, en el año 2109, son las más realistas, pero además, ese personaje es el más parecido a mí”, concluyó.