La posibilidad de padecer cáncer de colon es mayor entre quienes consumen una cantidad elevada de carnes rojas y procesadas, alrededor de 160 gramos al día, que entre quienes comen alrededor de 20 gramos, explicó la académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), María del Carmen Iñárritu Pérez.
Las carnes rojas, recomendó en un comunicado, deben comerse sólo una o dos veces por semana y no exceder los 300 gramos en ese lapso; y debe evitarse el tocino, salchichas, jamón y salami, entre otros, por lo que es importante no alimentar a los niños con muchos embutidos y preferir pollo y pescado, o res en cantidades moderadas, junto con frutas y verduras.
Explicó que aunque las carnes en general son un alimento con alto valor nutritivo por su contenido de proteína de buena calidad, minerales y vitamina A, no es recomendable su consumo excesivo, pues también se ha asociado a enfermedades cardiovasculares.
Y en el caso de las carnes procesadas, se usan nitritos para dar color y sabor y para prevenir la contaminación por bacterias; pero en nuestro organismo esas sustancias se “juntan” con las aminas, formando nitrosaminas, compuestos que pueden ser cancerígenos,
A diferencia de las carnes blancas, como pollo, pavo, pescado; las rojas contienen más mioglobina, que les proporciona el pigmento rojo oscuro, asociada a cáncer colorrectal; lo mismo ocurre con las procesadas, pero si son parte de un patrón alimentario y se comen en cantidades moderadas, “podemos tener buena salud”.
La universitaria resaltó que la cocción también es relevante y todos los alimentos de origen animal deben estar bien cocidos para evitar enfermedades como salmonella.
Por lo que sugirió optar por carnes blancas, preferentemente pescado y abundó que los insectos también entran en la lista de alternativas, son parte de la cultura mexicana y ricos en proteínas y grasas.
Una dieta ideal, concluyó, es la que incluye una mayor cantidad de frutas y verduras, cereales integrales y leguminosas y menos alimentos de origen animal y bajos en grasa.
Deben comerse sólo una o dos veces por semana y no exceder los 300 gramos en ese lapso. (ARCHIVO)