POR: ALVARO CORTES Luego que ayer se logró el rescate de ocho de los 12 niños que desde el 23 de junio se encontraban atrapados en una cueva del complejo de Tham Luang, en Tailandia, la tercera y última fase de la operación de rescate se efectuó este martes, con resultados exitosos.
De acuerdo con diversos medios internacionales, la docena de niños que forman parte de la Academia de fútbol infantil Mu Pa y su entrenador, han sido rescatados. La operación para rescatar a los cuatro niños que todavía la madrugada de este martes se encontraban en la cueva de Tham Luang se reinició con un total de 19 buzos. La atención de los medios fue demasiada y también el flujo de la información, lo cual hacía que ésta fuera un tanto confusa. Sin embargo, las principales fuentes de información han confirmado la feliz noticia.
Según la cuenta Twitter del ejército naval de Tailandia, en el complejo de cuevas de Tham Luang ya no se encuentra ninguno de los niños que hasta hace unos días permanecían atrapados. Sin embargo, todavía falta que de la cueva salga un médico y tres miembros de la marina, los cuales permanecieron con los menores y su entrenador desde que fueron encontrados.
De acuerdo con medios internacionales, los cuatro niños que todavía este martes se encontraban atrapados, así como su entrenador, fueron trasladados al hospital para evaluar su estado de salud. Según reporta el propio primer ministro De tailandia, Prayut Chan-o-chau, durante el proceso para salir de la cueva, los equipos médicos suministraron ansiolíticos a los niños para evitar ataques de pánico.
A la espera de que salga el resto del equipo que intervino en la difícil operación, hay que recordar que el rescate de los niños no tuvo saldo blanco. Mientras se hacían los preparativos para evacuar a los menores y su entrenador de la cueva, uno de los buzo voluntarios murió ahogado. Según los reportes, mientras laboraba en el proceso de rescate, “perdió el conocimiento en el camino de vuelta, su compañero de buceo intentó ayudarle y llevarlo”; sin embargo, sucumbió ante la falta de oxígeno, relató el comandante de la unidad de élite SEAL de Tailandia, Arpakorn Yookongkaew.