SANELY, LA COMANDANTE, Y LLUVIA: TRES LUCHADORAS QUE SE ABREN PASO EN EL RING… PESE A LOS “PIROPOS”
Sanely, La Comandante y Lluvia revolucionan la lucha libre en México, desde sus atuendos, técnica y la forma de combatir los «piropos»
Adán Tamariz
Sanely, La Comandante y Lluvia revolucionan la lucha libre en México, desde sus atuendos, técnica y la forma de combatir los «piropos»
Adán Tamariz
Ir a la Arena México es de esas cosas que todos deberíamos hacer al menos una vez en nuestra vida. Si ya fuiste, sabes que la lucha libre se trata de una actividad digna de presumir a una amiga o amigo extranjero.
El Santo, Blue Demon, Místico y Tinieblas son algunos de los nombres más destacados en la historia de la empresa promotora de lucha libre más antigua de México: el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), pero, ¿qué hay de las heroínas de este que es considerado por muchos el más espectacular de los deportes y el más deportivo de los espectáculos?
¿Oportunidades en la lucha libre profesional?
La lista de nombres de luchadoras legendarias es mucho más corta que la de los luchadores; sin embargo, tres gladiadoras del CMLL, con quienes nos echamos una entrevista, nos han dicho que sí ven avances al comparar los espacios que habían hace 20 o 30 años en la industria, con las oportunidades que hay actualmente (jeje, al menos antes de la pandemia).
“Si me hablas de hace 20 o 30 años, las cosas sí eran más difíciles, pero ahorita estamos en otra etapa de lucha libre femenil“, nos contó Sanely, luchadora profesional desde hace cinco años. “Los problemas tuvieron que ver tal vez con tradiciones, mentalidades un poco complicadas en ese entonces, el machismo, pero hoy en día las luchadoras tenemos la responsabilidad de seguir con esas puertas abiertas”, compartió.
Si eres de los que pocas veces, o tal vez nunca, se ha parado en una función, normalmente hay entre 5 y 7 luchas por noche, de las cuales es común ver (cuando mucho) una batalla femenil.
La Comandante es el nombre de otra luchadora del CMLL, con 24 años de experiencia, y quien platicó que su incursión en el deporte de los costalazos es resultado de “retar a su papá”, pues cuando se separó de su mamá, él le negó el apoyo.
“Mi papá intentó ser luchador pero nunca trascendió; cuando se divorció de mi mamá no nos apoyó y me dijo que no pensaba que yo pudiera dedicarme a esto y miren, ahora estoy en las grandes ligas“, dijo la luchadora que pertenece al bando de las rudas.
De acuerdo con un artículo publicado por la Gaceta UNAM, la lucha libre femenil en México estuvo prohibida por más de 30 años, más o menos entre 1952 y 1986, aunque en 1962 salió la primera película de mujeres en la lucha: Las Luchadoras contra el México Asesino.
¿Qué hay de los “piropos” en la Lucha Libre?
Todas aseguran que, actualmente, el acceso a las carteleras es menos complicado que hace décadas, pero, ¿cómo es subirse al ring frente a miles de hombres y mujeres que gritan lo que se les ocurre? Ya saben, por aquello de los “piropos”.
“Tú vas, tú pagas un boleto, sí puedes desestresarte, pero hay de gritos a gritos, hay de piropos a piropos. El que pagues un boleto no te da derecho“, nos contó Lluvia, dedicada a este espectáculo desde hace 12 años. “Hemos dado mejores luchas que otros compañeros, yo creo que ya nos merecemos un mejor lugar”.
Para Lluvia, el vestuario que cada luchadora elige no justifica lo que ningún aficionado decide gritar durante una lucha.
“La lucha libre ha ido innovando, tanto en el físico de las luchadoras de antes como las actuales, más de las del CMLL; aquí cuidamos mucho esa parte. Los equipos (vestuarios) tienen que ir renovándose. Yo trato de que sean sexys, distinto a las luchadoras de hace años“, detalló.
La Comandante es contundente sobre este tema después de contarnos que a ella le gritan “lesbiana”, “machorra” o “mi amor”.
“Algunos se portan bien groseros. Yo creo que son los machistas que están frustrados y (les pesa) que una mujer que, según, es más débil, porque así nos tienen catalogadas, pueda desempeñar un empleo que ellos no pueden ejercer“, mencionó La Comandante.
Ante esto, Sanely, La Comandante y Lluvia, recurrieron a otras técnicas, lejos de los golpazos del ring, para mantenerse activas económicamente.
Sanely cuenta con estudios universitarios en psicología con especialidad infantil; pese a eso, no ha dado consulta por lo complejo que es hacerlo con niños a distancia. Sin embargo, durante la pandemia se ha dedicado a la consultoría en empresas, justamente para ayudarles a dimensionar el impacto que la cuarentena puede pegarle a sus trabajadores.
Desde hace 5 años, La Comandante tomó cursos de fisioterapia, rehabilitación y acupuntura y empezó a comprar el equipo necesario para poner su consultorio al sur de la Ciudad de México, pero tuvo que buscar un local donde la renta sea más barata, porque #pandemia, así que ahora da atención en Tecámac, Estado de México.
Lluvia se rifó un rato con sus ahorros, aunque nos dijo que ya casi se le terminan, por lo que le entró de lleno a algunos negocios familiares, como la venta de peluches y de comida.