Reconocen a nivel nacional a oficial de Seguridad y Custodia Penitenciaria por su heroísmo
–Destacan la trayectoria de Jesús Manuel Carrillo Díaz, adscrito al Centro de Reinserción Social # 1, por su compromiso en beneficio del sistema penitenciario de Chihuahua
Con motivo de la celebración del Día Nacional del Personal Penitenciario, el Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social, otorgó la presea “Sergio García Ramírez” al oficial de Seguridad y Custodia Penitenciaria, Jesús Manuel Carrillo Díaz, por su destacada trayectoria, servicio y compromiso en beneficio del sistema penitenciario de Chihuahua.
Para el otorgamiento de la presea, el organismo federal dependiente de la Comisión Nacional de Seguridad, convocó a los Sistemas Penitenciarios de todo el país para reconocer la valiente labor del personal que se ha distinguido por su contribución en el desarrollo de sus actividades relacionadas con la mejora del sistema penitenciario nacional.
Para el Sistema Penitenciario de Chihuahua, el oficial Carrillo Díaz, quien está adscrito al Centro de Reinserción Social # 1, se ha distinguido por su disciplina y entusiasmo al participar activamente en el servicio ordinario, su liderazgo ha permitido que las intervenciones de su equipo sean exitosas en situaciones de riesgo en el interior de los Ceresos, a lo largo de más de diez años de trayectoria, tales como riñas y motines, así como por su participación en operativos especiales de conservación del orden en apoyo a otras corporaciones y siendo un entusiasta de la superación personal.
Una de las acciones realizadas por Carrillo Díaz fue durante un evento que se presentó el 28 de diciembre de 2010, cuando un grupo armado trató de rescatar a una persona privada de la libertad, durante un traslado a un Hospital local para su atención médica.
En la acción, una persona con un arma de fuego, utilizó al encargado de limpieza en esa área como escudo y rehén, mientras exigía al oficial que dejara en libertad al privado de la libertad.
Dadas las circunstancias de lugar y ante la cantidad de personas que se encontraban en ese momento en espera de atención médica, el oficial Jesús Manuel Carrillo Díaz tomó la decisión de ceder ante las exigencias de los delincuentes, privilegiando la vida y la seguridad de los ahí presentes.
Sin pensarlo y sin amedrentarse, siguieron de cerca a los delincuentes, hasta un lugar que consideraron seguro, siendo este la parte exterior del nosocomio, lugar donde los esperaban otras personas a bordo de un vehículo, y fue ahí donde se dio una confrontación.
Ello tuvo como resultado que uno de los delincuentes cayera abatido, mientras que el privado de la libertad, que pretendía evadirse, resultó lesionado.
Una vez controlada la agresión, el oficial Jesús Manuel Carrillo Díaz proporcionó al herido los primeros auxilios y apoyó al personal médico para el traslado al interior del hospital para su atención.
El privado de la libertad había sido detenido como presunto responsable de liderar una banda de secuestradores a los que se les atribuyeron al menos seis ilícitos de esa naturaleza.
Debido a estos hechos, en los que el oficial Jesús Manuel Carrillo Díaz ejerció el cumplimiento del deber más allá de lo exigible, se hizo acreedor a la presea.