Rayados dominó a Tigres en la Vuelta del Clásico Regio y avanzó a Semifinales
Con un empate a uno en el Gigante de Acero y un marcador global de 3-2, los Rayados de Monterrey finalmente pudieron acabar su mala racha ante Tigres, echándolos en Cuartos de Final e instalándose en las Semifinales del futbol mexicano.
Al 25 de tiempo corrido, el francés, André-Pierre Gignac, abrió el marcador, poniendo el empate en el global, tras un remate de taconazo dentro del área. En el festejo, el atacante corrió hacia la tribuna para festejar con su familia.
Antes de llegar al 40’, Rayados estuvo cerca de marcar su primero de la noche, en un gran cobro de Sergio Canales, que, de no ser por la intervención de Carlos Felipe Rodríguez, habría sido un gol olímpico.
Casi llegando al descanso, La Pandilla nuevamente estuvo cerca de marcar, luego de una serie de rebotes en el área rival, el intento más peligroso fue el de Germán Berterame, quien remató de zurda, pero el balón pasó apenas por arriba del arco.
Para la segunda mitad, Fernando Ortiz se vio obligado a modificar su alineación inicial, sacando al capitán, Héctor Moreno, por un golpe que recibió en las costillas durante la primera parte. Su lugar lo tomó Edson Gutiérrez.
A 20 minutos de haber arrancado el segundo tiempo, Luis Romo estuvo a nada de conseguir el primero para los Rayados, con un cabezazo que se estrelló en la escuadra.
En la siguiente jugada, los locales insistieron, y funcionó, consiguiendo el empate y la ventaja en el global, tras un remate de larga distancia de Canales que se estrelló en el poste, el rebote lo aprovechó Jordi Cortizo, quien entró de cambio y solo tuvo que empujar el balón al fondo de las redes.
Durante los últimos minutos del encuentro, Tigres tuvo pocas oportunidades de acercarse en el marcador, la más clara fue un cabezazo dentro del área por parte de Juan Brunetta, Esteban Andrada se quedó con el balón.
Tras seis minutos de tiempo agregado, donde se sentía el nerviosismo en el ambiente, el árbitro Fernando Hernández hizo sonar el silbato, haciendo oficial el pase de los Rayados a la siguiente ronda y generando el júbilo en todos los aficionados que se hicieron presentes.