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Esta semana Ben Affleck y Jennifer Lopez se han dedicado a recrear el videoclip ‘Jenny from the Block’ de 2002, en el que aparecían tomando el sol muy acaramelados, durante sus vacaciones en Saint Tropez. Aunque ella sí se ha dejado ver en bikini disfrutando de las jornadas a bordo de un yate, él ha preferido no quitarse en ningún momento la camiseta, quizá para no mostrar uno de sus tatuajes más controvertidos que él ha tenido que defender a capa y espada desde que se lo hizo.
En 2015, en medio de su proceso de divorcio de Jennifer Garner, el actor y director decidió tatuarse un ave fénix a todo color que le cubría la mayor parte de la espalda. Tanto su antigua esposa como su exnovia Jennifer Lopez dejaron claro que no era de su agrado: la primera, con quien tiene tres hijos, se limitó a comentar un año más tarde con mucho sarcasmo ‘¿se supone que yo soy las cenizas de las que renace?’ cuando le preguntaron qué opinaba del diseño, y la diva del Bronx reconoció que le parecía excesivamente colorido y llamativo.
«Le preguntaría en qué estaba pensando. Son muchos colores. Siempre se hace tatuajes demasiado coloridos. Deberían ser… mejores», confesó ella en el programa ‘Watch What Happens Live’.
Por aquel entonces nadie pensaba que la antigua pareja podría darse otra oportunidad en el terreno sentimental, pero ahora que están juntos y felices, sus fans no pueden evitar preguntarse si Jennifer convencerá a Ben para que modifique su tatuaje o incluso para que lo elimine recurriendo al láser. Por otra parte, las siempre temibles redes sociales no han tardado en comenzar a especular qué se tatuará el intérprete si finalmente su reconciliación con Jennifer no sobrevive al paso del tiempo.