res exgobernadores de Chihuahua le pidieron al presidente López Obrador ordene el cierre de las compuertas de las presas y argumentaron que el tratado no obliga entregar el agua de La Boquilla; “que no le mientan, abran los registros”, dijeron.
En un posicionamiento a la opinión pública, Patricio Martínez, Fernando y Reyes Baeza recordaron que mientras Sonora y Baja California, se benefician con 1,850 millones de metros cúbicos cada año, Chihuahua debe aportar 237 millones, a pesar de ser una zona desértica.
Expresaron que la presa La Boquilla no entra como parte del tratado, pues son aguas para irrigación de la zona árida del estado de Chihuahua tal como lo cita el Artículo 4, apartado B, inciso C que señala:
C).- «Una tercera parte del agua que llegue a la corriente principal del Río Bravo (Grande) procedente de los ríos Conchos, San Diego, San Rodrigo, Escondido, Salado y Arroyo de Las Vacas; tercera parte que no será menor en conjunto, en promedio y en ciclos de cinco años consecutivos de 431,721,000 metros cúbicos (350,000 acres pies) anuales. Los Estados Unidos no adquirirán ningún derecho en exceso a los citados 431,721,000 metros cúbicos (350,000 acres pies), salvo el derecho a usar de la tercera parte del escurrimiento que llegue al río Bravo (Grande) de dichos afluentes, aunque ella exceda del volumen aludido”, .
Advirtieron que la realidad alcanzó a la cuenca del Conchos, la cual está mal administrada, sin tecnología para reducir los desperdicios del agua, además de que la CONAGUA y la CILA sacan agua del estado sistemáticamente.
“Señor Presidente: esto es injustificable, el agua no se puede ni debe ser manejada sin transparencia, con mentiras, sin información y deformando la realidad. Mientras no se quiera reconocer que las cuencas internacionales están agotadas y a punto del colapso, se vive en el permanente riesgo de una grave crisis para la población de ambos países, que de llegar, ocasionará daños a la vida misma de sus habitantes”, dijeron.
Agregaron que, el argumento de que “el agua es de la nación” no justifica privar a una entidad federativa y a sus habitantes del derecho que tienen en la soberanía estatal y el uso del agua para desarrollar sus propias vidas, pues con esta tesis, cualquier estado puede ser privado del vital líquido, en pleno choque con los derechos humanos.
Cuestionaron que el petróleo también es de la nación y que los estados en donde se extrae reciben cuantiosas ventajas, mientras que a Chihuahua se le niega sus derechos respecto al agua.
“Que nadie se ofenda ni se moleste, le pedimos nos escuche. Todo esto fue desencadenado por un pésimo manejo de la administración el agua de la cuenca. Que no le mientan, que abran los registros y ahí encontraremos el origen de esta crisis única y sin precedentes”, externaron.
Expresaron que la presa La Boquilla no entra como parte del tratado, pues son aguas para irrigación de la zona árida del estado de Chihuahua tal como lo cita el Artículo 4, apartado B, inciso C que señala:
C).- «Una tercera parte del agua que llegue a la corriente principal del Río Bravo (Grande) procedente de los ríos Conchos, San Diego, San Rodrigo, Escondido, Salado y Arroyo de Las Vacas; tercera parte que no será menor en conjunto, en promedio y en ciclos de cinco años consecutivos de 431,721,000 metros cúbicos (350,000 acres pies) anuales. Los Estados Unidos no adquirirán ningún derecho en exceso a los citados 431,721,000 metros cúbicos (350,000 acres pies), salvo el derecho a usar de la tercera parte del escurrimiento que llegue al río Bravo (Grande) de dichos afluentes, aunque ella exceda del volumen aludido”, .
Advirtieron que la realidad alcanzó a la cuenca del Conchos, la cual está mal administrada, sin tecnología para reducir los desperdicios del agua, además de que la CONAGUA y la CILA sacan agua del estado sistemáticamente.
“Señor Presidente: esto es injustificable, el agua no se puede ni debe ser manejada sin transparencia, con mentiras, sin información y deformando la realidad. Mientras no se quiera reconocer que las cuencas internacionales están agotadas y a punto del colapso, se vive en el permanente riesgo de una grave crisis para la población de ambos países, que de llegar, ocasionará daños a la vida misma de sus habitantes”, dijeron.
Agregaron que, el argumento de que “el agua es de la nación” no justifica privar a una entidad federativa y a sus habitantes del derecho que tienen en la soberanía estatal y el uso del agua para desarrollar sus propias vidas, pues con esta tesis, cualquier estado puede ser privado del vital líquido, en pleno choque con los derechos humanos.
Cuestionaron que el petróleo también es de la nación y que los estados en donde se extrae reciben cuantiosas ventajas, mientras que a Chihuahua se le niega sus derechos respecto al agua.
“Que nadie se ofenda ni se moleste, le pedimos nos escuche. Todo esto fue desencadenado por un pésimo manejo de la administración el agua de la cuenca. Que no le mientan, que abran los registros y ahí encontraremos el origen de esta crisis única y sin precedentes”, externaron.
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