Si te vas de vacaciones y no tenés quién te cuide las plantas, podrás seguir estos trucos.
Dependiendo del tipo de plantas, será la frecuencia del riego. Eso afirman maestros en jardinería, quienes también recomiendan que al marcharnos de vacaciones, dejemos a alguna persona responsable del cuidado de los ejemplares para que no se marchiten. Y si no tenemos a quien acudir, podemos implementar diversos tipos de riego, para que el jardín o las macetas se mantengan húmedas y secas o encharcadas.
El primero de los consejos para riego consiste en instalar un sistema de botella invertida, haciéndole agujeros a la tapa y llenándolos con agua. El siguiente paso será enterrarla boca abajo en el jardín a regar. Este sistema es aconsejable para plantas que no sean vulnerables al ataque de hongos por exceso de humedad, ya que la tierra recibirá una gran cantidad de agua y se mantendrá muy humedecida. Otro tipo de riego será con cordón, recomendado para macetas pequeñas o medianas. En este caso colocaremos un recipiente cerca de las plantas a regar y a una altura que se encuentre por encima de los maceteros. Usaremos cordones de zapato y ubicaremos sus extremos en el fondo del agua y sus otras puntas en la tierra a regar. El cordón absorberá la humedad, que pasará a ser absorbida por la planta a medida que lo necesite. Usando los conos de cerámica en nuestro jardín, podremos mejorar el riego de las plantas, más todavía cuando no estemos en casa. Estos recipientes funcionan muy bien por la porosidad de su material de arcilla que va empapando la tierra de forma lenta. Mientras que por otro lado, uno de los consejos será usar el agua gelificada. Se trata de un compuesto que incluye agua y nutrientes y que cuando la tierra queda seca, el hidrogel va liberando agua, facilitando que se absorba y llegue a sus raíces.
Finalmente, la hidratación de las plantas del jardín podrá ser garantizada por bombillas de riego. Estos recipientes son de cristal solapado y tienen dos partes: una redonda en la que se acumula el agua y otra parte que es un tubo largo que se clava en la tierra por donde se va liberando el agua poco a poco, según la necesidad de la planta.
REDACCIÓN EL HERALDO DIGITAL