12 de octubre se recordaron tres fechas “importantes” para la historia nacional y también local, por tal motivo, algunos negocios o centros educativos de la ciudad cerraron sus puertas para “recordarlos”, cuando en la realidad un porcentaje muy bajo de personas conocen qué se conmemora en esas fechas “mágicas” plasmadas en los libros de historia oficial, ya que por un momento tuve la oportunidad de salir a la calle y preguntar de manera aleatoria a la gente ¿Qué sí sabían qué sé celebraba el 12 de octubre? y la verdad comprobé que un reducido grupo supo contestar. Bueno, una de ellas, fue el “famoso” acontecimiento del descubrimiento de América por Cristóbal Colón, personaje enigmático del cual hablaremos sobre él; de la llegada del “Patricio” don Benito Juárez García a Chihuahua en 1964, quien venía con la República “peregrina” resguardándola de la persecución francesa que le venía pisando los pies para aniquilarlo y finalmente, la fundación del antecedente de la ciudad de Chihuahua, San Francisco de Cuellar que en 1709 por el “dedo” de don Antonio Deza y Ulloa se fundó.
Comenzaremos por el “Descubrimiento de América” y su protagonista Cristóbal Colón, personaje que para mí es difícil de entender, aunque de niño nos lo pintaban como un “héroe”, sin embargo, en la actualidad es complicado poder asimilar su personalidad ya que lo que se sabe de él es realmente poco, ya que muchos estudiosos serios del tema, señalan que lo del descubrimiento han sido puras suposiciones, aproximaciones o meras fantasías, ya que antes de la “mágica” fecha del 12 de octubre de 1492, no se conoce casi nada de este “ilustre” personaje ya que los registros son escasos abundando las falsificaciones que forman parte del banquete suculento para muchos historiadores que son fieles a las historias oficiales.
Arthur Schlesinger Jr., historiador estadounidense quien siempre habló del mito de Colón, lo describe como “un hombre intoxicado de Dios que a causa de sus extraordinarias habilidades prácticas como navegante, creyó que emprendía una búsqueda más espiritual que geográfica (…) ya que cuando llegó a América, creyó que era el mensajero, no del racionalismo y la ciencia, sino del Todopoderoso que advertía que el mundo acabaría en siglo y medio”. Se dice que chocaron dos mundos desconocidos, uno donde se ponía en escena el hombre blanco, portador de pólvora, brújula, papel y la imprenta y deseos de conquista territorial, material y espiritual. Por el otro lado, los grupos originarios con sus culturas centenarias que habían llegado de varios lugares del mundo para habitar las tierras que un día sería bautizada como “América”. El descubrimiento de oro y plata desató un verdadero “tsunami” colonizador. Centenares de expediciones y millares de hombres fueron tras los pasos de fabulosas fortunas. En los primeros 150 años de conquista, toneladas de plata y oro arribaron a España y potenciaron el incipiente desarrollo comercial y manufacturero que abrió las puertas a la Revolución Industrial y al desarrollo capitalista de Europa.
Todo esto originó un cambio radical en las “nuevas” tierras descubiertas por Colón que fueron acompañados con eventos lamentables de saqueo y crimen, ya que no debemos de olvidar que cuando supuestamente llegó Colón ya existían aproximadamente 70 millones de seres humanos en América. Sin embargo, las frases como “encuentro de dos culturas” o “de dos mundos” para el historiador francés Christian Duverger, consideraba que fue un hábil intento de engañar y falsificar la historia debido a que ese dicho “encuentro” no tuvo nada de pacífico, antes al contrario fue una represión que duró siglos y originó un saldo de muchos inocentes reprimidos y asesinados junto al estratosférico saqueo de las enormes riquezas de este continente. Por lo tanto ¿Es sensato “celebrar” el descubrimiento de Colón del 12 de octubre de 1942? Usted tiene la última palabra.
En otro orden de ideas, el segundo evento que se recordó el pasado 12 de octubre pero de 1864 fue la llegada del presidente don Benito Juárez García a estas tierras norteñas, específicamente en Chihuahua donde el “Patricio” sería recibido con los brazos abiertos y a diferencia de otros lugares donde fue “despreciado”, nuestra gente lo acogió y reconociéndole su investidura. En Chihuahua se instalaría para poder enfrentar el embate de las fuerzas francesas que habían pisoteado nuestro territorio. Se recuerda que una mañana pero del 14 de agosto de 1865, un vecino y empleado de la aduana del Paso, Texas, de apellido Bartlett caminaba por el río Grande o Bravo para nosotros, cuando escuchó algarabía y griteríos: “¡Ahí viene, ahí viene Juárez! ¡Ahí está!” y además se percató que la calle principal del antiguo “Paso del Norte” comenzaría a llenarse de gente para esperar a tan importante personaje, don Benito Juárez. Su personalidad, porte, caballerosidad, sabio, lleno de soltura y dignidad, de voz agradable y baja; su indumentaria impecable de un ciudadano presidente, levita negra de paño ancho, chaleco de lino blanco, guantes blancos, calzado pulido; su traje ajustado perfectamente a su pequeño cuerpo robusto, lo portaba con la frente en alto y con carácter recio que lo necesitaba para consumar su lucha en contra de los usurpadores franceses. Este hecho lo recordaremos con reflexión y profundidad, pues es parte del antecedente de libertad y progreso que hoy experimentamos como nación.
Finalmente, la última fecha que recordamos, es la fundación de San Francisco de Cuellar el 12 de octubre de 1709, que con el transcurrir de los siglos se convertiría en la ciudad de Chihuahua. Una llanura casi totalmente deshabitada en medio del riego de dos cristalinos ríos, el Chuvíscar y el Sacramento, abrazada por el lado este por la sierra de Nombre de Dios, lugar de paisajes naturales vírgenes y sus tres cerros característicos dibujados en el escudo diseñado por el gran maestro León Barrí Paredes; de las crónicas de Fernando Jordán en su libro “Crónicas de un País Bárbaro”, donde expone las férreas luchas del habitante del norte en contra de las inclemencias del tiempo y de las tribus hostiles que azolaban sin piedad los nuevos asentamientos, territorios que reclamaban al despojo del hombre blanco.
Una fecha que debemos recordar como un antecedente de lucha y tragedias, de éxitos y desventuras, San Francisco de Cuellar ubicada por el dedo de don Antonio Deza y Ulloa, dejaría atrás el conflicto por la controversia de 16 vecinos de Santa Eulalia por ubicar a una población con los poderes reales. Este terruño elegido para la eternidad, con la explotación del mineral y el riego de estos benditos ríos que servirían para el procesamiento del metal y que más adelante también se aprovecharían los grandes territorios cercanos y desolados para la actividad ganadera, frutícola y habitacional. Sin duda, esa evolución que trajo consigo la transición entre San Francisco de Cuellar a San Felipe el Real de Chihuahua el 1 de octubre de 1718, decretó la creación de San Felipe El Real de Chihuahua en honor del Rey de España Felipe V, integrándose el primer Ayuntamiento gracias al dinamismo económico, político y social. Por último, se trasformaría en Chihuahua el 19 de julio de 182, recibiendo la categoría de ciudad.
Sin duda las tres grandes fechas que recordamos el 12 de octubre en diferentes épocas, forman parte de los Archivos Perdidos de las Crónicas de mis Recuerdos. Si desea adquirir los libros Archivos Perdidos de las Crónicas Urbanas de Chihuahua del tomo I al VIII, los puede adquirir en Librería Kosmos, La Luz del Día en San Felipe y en Bodega del Libro. Oscar A. Viramontes Olivas