Por: Pilar Tapia – La Nación (Argentina) – GDA Lo que comemos a diario también influye en la forma como nos sentimos. Consejos de especialistas.Las personas no siempre dimensionamos el poder que tienen sobre nosotros los alimentos que ingerimos a diario. Así es: no solamente afectan nuestra salud, sino que también son capaces de alterar nuestro estado de ánimo.
Por tanto, si viene con un bajón de ánimo desde hace días, a lo mejor debería replantearse (entre otras cosas) cómo se está alimentando. Dime qué comes, y te diré cómo te sientes.“Los alimentos, de acuerdo con su composición, tienen propiedades de estimular los sentidos (ver, oler, degustar, tocar y escuchar) y los receptores, y envían mensaje al cerebro y al sistema nervioso, dando como respuesta emociones, sean positivas o negativas, de acuerdo con la experiencia propia como aprendida”, afirma la nutricionista colombiana Consuelo Pardo. Un ejemplo, agrega, es el sabor dulce que generan las dopaminas, que dan sentido de placidez.
“En general, frente a estados de angustia o mal humor recurrimos a alimentos con almidón, azúcar y grasa que nos dan sensación de alivio inmediato, pero a largo plazo pueden provocar malestar y angustia. Al tener un índice glucémico alto, provocan picos de azúcar en sangre que suelen elevar hormonas como la adrenalina, elevando también el estrés. Asimismo, una dieta rica en grasas saturadas puede afectar el funcionamiento normal del hipotálamo, promoviendo la aparición de síntomas asociados con la depresión”, aclara Analía Moreiro, licenciada en nutrición. Frente a un estado de angustia o depresión, se deben evitar alimentos ultraprocesados, comida chatarra y exceso de productos de panadería, generalmente ricos en azúcar, grasa saturada e hidrogenada. Según la experta, el exceso de estos alimentos desestabiliza los niveles de azúcar, lo que provoca ansiedad y cambios de humor.