Recordemos que en septiembre del año pasado, el portal Animal Político y la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad -MCCI- publicaron una investigación periodística que, en efecto, muestra que la red de corrupción del exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, era apenas un juego de niños a comparación de la que se gesta desde la cúpula del Gobierno Federal. De acuerdo con el reportaje serial #LaEstafaMaestra, once dependencias del gobierno desviaron miles de millones de pesos utilizando un mecanismo más sofisticado de empresas fantasma.
Según el trabajo de ambas plataformas, sólo al revisar las Cuentas Públicas correspondientes a 2013 y 2014 se detectaron contratos ilegales por 7 mil 670 millones de pesos; de este dinero no se sabe dónde quedaron 3 mil 433 millones. Este lanonón fue otorgado a 186 empresas, pero 128 de estas no podían recibir recursos públicos debido a que no tienen ni la infraestructura ni la personalidad jurídica para dar los servicios para los que fueron contratadas. En otros casos, la neta es que ni existen.
Leer: #LaEstafaMaestra Gobierno Federal desvía recursos millonarios a través de empresas fantasma
¡Y ya cayeron!
Este lunes, Animal Político publica quienes son los 4 primeros funcionarios que ya fueron sancionados gracias dicha investigación.
El primero es Héctor Valles Alvelais, colaborador cercano del extitular del ISSSTE, José Reyes Baeza, quien actualmente es candidato a senador por el PRI. Fue sancionado por un desvío de 129 millones de pesos a empresas fantasma.
El 10 de abril pasado entró en vigor la inhabilitación que le impuso la Secretaría de la Función Pública. Lo anterior ya que no supervisó los convenios entre el FOVISSSTE y la UAEM, a partir de los cuales la empresa de su amigo, el empresario Francisco Javier Ramirez Lares, ganó millones del erario público.
Animal Político confirmó que los otros funcionarios sancionados son: Héctor Fernández Moreno, subdirector de atención a acreditados; Graciela Ramírez Hernández, jefa de servicios de ingresos; y Jorge Eduardo Roa Diosdado, jefe de servicios de Tecnología de la información.
Todos ellos fueron inhabilitados por un año. La excepción es Roa Diosdado, quien recibió una sanción por 10 años y una multa de 346 mil pesos.
Existió una quinta investigación por los convenios fraudulentos. Se trató de Andrés Octavio Garibay Cuevas, subdirector de administración en el FOVISSSTE. Sin embargo, su caso se archivó debido a que falleció durante el periodo de investigación.
¿De dónde salieron las sanciones?
Las inhabilitaciones y multas derivan de una investigación forense que fue realizada por la Auditoría Superior de la Federación -ASF- en la cuenta pública de 2014.
Entre enero y agosto de 2014, el FOVISSSTE y la UAEM firmaron 5 convenios de colaboración por 129 millones de pesos. La UAEM debía dar servicios especializados como implementaciones de mejoras en los procesos de adjudicación de créditos hipotecarios, y reducir el nivel de quejas de los usuarios del FOVISSSTE.
Aquí es donde la puerca torció el rabo.
La ASF informó que la UAEM no tenía la capacidad para dar esos servicios. Entonces, a través de una violación a la ley de adquisiciones, la universidad desvió más de 110 millones de pesos a empresas y a personas físicas. Claro que se quedó con 19 millones solo por hacerla de ‘intermediaria’ en los desvíos.
La empresa que se llevó la mayor rebanada de pastel fue Nubaj y Nubaj Consulting S.A de C.V, del empresario chihuahuense Francisco Javier Ramírez Lares. Ganó un total de 63 millones 330 mil pesos del FOVISSSTE sin pasar por una licitación pública.
Pa’ acabarla de amolar, el SAT incluyó a la empresa en su “lista negra” de empresas fantasma, debido a que determinó que no tenía infraestructura, ni personal, ni activos reales. Por lo que en febrero de este 2018 la reportó como sociedad que simula operaciones comerciales.
La compañía por su parte rechazó que fuera una empresa fantasma.
Si quieres echarle un ojo la nota a la parte de la gran red de corrupción que fue sancionada y sus respuestas ante ello, pásale por aquí.