Al menos 109 personas murieron y casi 200 siguen desaparecidas, según el último recuento oficial Por: AP
SAN MIGUEL LOS LOTES, Guatemala (AP) — Orlando Páez no quiere volver a su pueblo, San Miguel Los Lotes, donde escapó por poco de una riada ardiente de agua y ceniza volcánica mientras sus vecinos pedían ayuda a gritos antes de morir.
“No sé para qué lo vayan a utilizar, pero por favor que no dejen a nadie vivir acá, la verdad”, dijo Páez varios días después de la violenta erupción del Volcán de Fuego en Guatemala. Una buena pregunta es por qué las autoridades lo permitieron en un principio. Situado en la ladera de un volcán muy activo, el poblado estaba justo en el camino de un barranco por el que descendió un torrente de lodo, rocas calientes, cenizas y otro material volcánico cuando la montaña entró en erupción el domingo, sepultando las casas hasta los tejados.
Al menos 109 personas murieron y casi 200 siguen desaparecidas, según el último recuento oficial.
Aunque el volcán no había provocado semejante destrucción desde 1974, lleva activo casi de continuo desde 2002 y en el último año ha expulsado varias veces lava o lahares _flujos de agua y sedimentos_ por los cañones de sus laderas, que en ocasiones recorrieron más de dos kilómetros (más de una milla).Aun así, los vecinos dicen que desde que se formó el pueblo en la década de 1950 como un asentamiento de recolectores de café de las plantaciones cercanas, estos ríos de piedras y ceniza nunca habían llegado a Los Lotes.
Los habitantes creían estar a salvo.
Nadie, ni siquiera la agencia de gestión de desastres, sabía lo que iba a ocurrir, afirmó Efraín Suárez, de 59 años, camionero residente en el vecino pueblo de El Rodeo y que tenía familiares en Los Lotes.
Los vecinos dijeron que los torrentes de ceniza suelen descender por un barranco más profundo llamado Las Lajas, justo al norte.
Pero en las décadas pasadas desde la última gran erupción del Volcán de Fuego, el gobierno ha construido un puente que cruza el cañón de Las Lajas.
Suárez cree que ese puente _que aparecía en un video muy difundido en medios sociales, derrumbándose ante el impacto del lahar_ podría haber tenido consecuencias letales.
El flujo que descendía se vio bloqueado por el puente y los materiales volcánicos solidos se acumularon tras la estructura, haciendo que el lahar se desbordara al estrecho valle justo al sur, donde se encuentra Los Lotes.
Suárez afirmó que el torrente cambió de dirección porque el cañón no pudo asumir el volumen del flujo, que llegó demasiado rápido.
Miembros de la agencia de gestión de desastres no respondieron a reiteradas peticiones de comentarios.
Enrique Godoy, responsable de Propuesta Urbana, una organización sin fines de lucro especializada en cuestiones de desarrollo, señaló que Guatemala sufre un problema triple: instituciones débiles, una gran cantidad de viviendas construidas de manera informal por personas pobres allá donde pueden y falta de regulaciones sobre demarcación y calificación de terrenos, que existen solo en cinco de los 340 municipios del país.