HABLANDO Y ESCRIBIENDO
PRIMERO LOS PERFILES, LUEGO LOS NOMBRES….
POR ERNESTO AVILÉS MERCADO*
Las condiciones en las que se encuentra el Estado y en las que dejará Javier Corral a la entidad, en manos de Maru Campos, en materia de seguridad, no puede ser menos que desastrosa.
Los homicidios se cuentan por decenas diariamente, la mayoría con huellas de narcotráfico y delincuencia organizada, pero también, muchas más que seguramente, aprovechando el nivel tan alto de impunidad, comete cualquier persona, haciéndolo pasar por crimen de narcos, con la seguridad de que se quedaran sin resolver porque no son investigados y simplemente formarán parte de las estadísticas.
Ha sido tradición en los últimos gobiernos, que se busque culpar a la Federación, por la nula presencia en el Estado, salvo el muy escaso personal en las delegaciones de la FGR; más del 97% de las acusaciones que se hacen a las personas que son imputadas por algún delito federal, supuestamente son detenidas en flagrancia; es decir, no existe investigación realizada por la policía, ya que una vez que son detenidos, el gabinete especializado con periciales principalmente, realiza el integración de las carpetas y así los presentan ante los jueces de control.
La presencia de la guardia nacional, obedece en exclusiva a los mandos militares, que a su vez sólo acatan las indicaciones del mando superior, acorde a su política nacional de estar permitiendo el crecimiento y desarrollo de los grupos delincuenciales que operan en las diferentes zonas del país.
En lo que se refiere al Estado, las regiones que están gobernadas por el crimen organizado están delimitadas perfectamente, con pleno conocimiento de las autoridades, pero no existen ordenes de enfrentarlos y eventualmente terminar con ellos.
La mano blanda, el preferir abrazos ante los balazos y particularmente considerar que la aplicación de la ley no es la vía para enfrentar al monstruo, esta permitiendo que se alcancen y se superen niveles de impunidad y desgobierno, que no teníamos, y particularmente que jamás pensamos podríamos llegar a alcanzar.
El proceso de entrega-recepción de las diferentes dependencias, ha generado una gran cantidad de comentarios, concretamente en lo que se refiere a la fiscalía, ya que finalmente se abrirán la totalidad de los expedientes X, se sabrá quienes más están en puerta de judicializarse y sobre todo, cuáles verdaderamente cuentan con elementos suficientes para eventualmente llegar a juicio oral con la posibilidad de alcanzar sentencias condenatorios.
En cuanto a que si los responsables comisionados por la gobernadora electa para recibir a la fiscalía, serán los mismos que la encabezarán, solamente Maru Campos, lo sabe…y eventualmente quien ya haya sido invitado.
Sin embargo, lo más importante en las actuales circunstancias no son los nombres, sino los perfiles.
Para la Fiscalía del Estado, el perfil lo puede cubrir indistintamente una mujer y un varón; los antecedentes que se tienen en Chihuahua con Patricia González, así lo demuestran.
Las condiciones del Estado, son totalmente diferentes a las que recibió Javier Corral, las que operó el actual Fiscal y en las que se convirtió con el desempeño de Cesar Peniche.
El pedir que fuera la entonces PGR quien propusiera los cargos de la fiscalía, es como se empezó a poner a la iglesia en manos de Lutero.
Desde siempre, los cargos en la policía federal, con adscripción en la frontera norte, se cotizan muy alto, porque las oportunidades de generar recursos son mucho más atractivos que cualquier otro lugar del país.
El reportar detenciones importantes de capos, el decomiso de grandes cantidades de droga y el desmantelamiento de bandas delictivas que operan en la misma frontera, son reflejo de acciones contundentes y de resultados de investigaciones; por el contrario, cuando los reportes no registran movimiento alguno y las cosas parecen caminar de manera tranquila, es cuando se dice que las cuotas del crimen se pagan puntualmente.
El arraigo es uno de los elementos indispensables para el cargo de la fiscalía, porque permite entender la forma de pensar del Chihuahuense, conocer las diferentes zonas del Estado y también, tener interés en mejorar la calidad de la seguridad en la entidad, donde vive tu familia, donde tus hijos se desarrollarán y finalmente donde se continuará viviendo cuando se termine el tiempo del encargo.
La capacidad de mando, también es un renglón vital para la seguridad.
Se dice y se dice bien, que el cargo no hace a la persona, sino la persona al cargo.
Como abejas a la miel, las personas intentarán rodear y mantener aislado al o a la fiscal, con la idea clara de obtener canonjías, mediante el halago permanente, haciéndole creer que es el único, el mejor y por consecuencia, el indicado.
La capacidad es un renglón aparte, porque el que ejerce el mando, debe ser capaz de hacer mejor el trabajo que ordena se lleve a cabo, debe predicar con el ejemplo en razones de compromiso, transparencia y responsabilidad.
Uno de los temas más importantes, es el relacionado con el antecedente inmediato anterior del cargo; es decir, con la experiencia que se tenga para el cargo que desempeña.
Así como en el tribunal de Justicia, cada día se reconoce la carrera judicial, como requisito indispensable para ocupar un cargo de alto nivel, así debería de hacerse en la fiscalía.
La improvisación, acarrea problemas de corrupción, irresponsabilidad y baja efectividad y no es lo que se espera del nuevo gobierno.
JOEL GALLEGOS LEGARRETA
Para muchos de los burócratas que entienden el cargo, como una forma de sobrevivencia económica y política, donde pueden rehuir el compromiso de realizar su función, por más polémica que resulte o políticamente inadecuada, el desempeño que ha tenido el ex director de gobernación y transporte Joel Gallegos, es una prueba de lealtad institucional y compromiso personal con el cargo.
Cuando el gobernador rehúye salir y enfrentar a quienes no están de acuerdo con su política y eventualmente toman las calles o el mismo palacio de gobierno, quien ha salido a recibirlos e iniciar el dialogo ha sido el licenciado Gallegos, no siempre con los resultados esperados, pero siempre con la convicción de estar haciendo lo correcto.
Estos cargos, son poco o nada valorados en su exacta dimensión, pero siempre generan comentarios adversos de personas que aspiran a ocuparlos, pero que por incapacidad o por no tener el perfil, simplemente no son tomados en cuenta.
El nuevo gobierno requiere de personajes institucionales, que entiendan y se ubiquen políticamente, porque no es lo mismo ocupar cargos donde el resolver compromisos solamente abriendo la cartera de los escasos recursos u otorgando concesiones se puede operar, también es necesario saber decir que no se puede, que no hay y que lo que había se ha otorgado y no existe posibilidad de quitarle a nadie lo otorgado para dárselos a quienes exigen y realizan acciones de presión.
Ahí es donde se demuestra la capacidad, la institucionalidad y eventualmente también la lealtad hacia donde se trabaja.
*INTEGRANTE DE LA AECHIH.