El Partido Revolucionario Institucional no ganó ninguna de las 15 gubernaturas en disputa, además de que perdió ocho gobiernos estatales.
- Redacción AN / GS
Aunque en la Cámara de Diputados ganó algunos curules más que los que tiene (de 49 podría alcanzar entre 63 y 75), el PRI perdió 8 estados que gobierna actualmente.
En cuestión de meses, los gobernantes del tricolor tendrán que dejar las casas de gobierno en Sinaloa, Tlaxcala, Sonora, Colima, Zacatecas, Guerrero e incluso en Campeche, la tierra de Alejandro Moreno, presidente de ese partido, pues en todos ellos ganó Morena, según el Programa de Resultados Electorales Preliminares en cada entidad. Además perdería en San Luis Potosí, donde habría ganado el Partido Verde.
Incluso, candidatos priistas como Adrián de la Garza en Nuevo León, ya salieron a reconocer su derrota, pese a que se habían proclamado ganadores la noche de la elección:
Ayer fue pospuesta una conferencia de prensa que se esperaba dieran juntos los presidentes nacionales de la Coalición Va por México, Marko Cortés (del PAN), Alejandro Moreno (del PRI) y Jesús Zambrano (del PRD).
Militantes priistas como Ulises Ruiz ya exigen la renuncia de Alito de la dirigencia nacional.
A través de una carta, el ex gobernador de Oaxaca señaló que “este año será recordado por la historia como aquel en el que el Partido Revolucionario Institucional sufrió la más humillante de sus derrotas”.
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Ciudad de México, 7 de junio de 2021ALEJANDRO MORENO CÁRDENASPRESIDENTE DEL CEN DEL PRIAL C.E.N. DEL PRIA LOS PRIISTAS DEL PAÍSEste año será recordado por la historia como aquél en el que el Partido RevolucionarioInstitucional sufrió la más humillante de sus derrotas.En un día el partido no sólo no ganó una sola de las 15 gubernaturas en disputa, sino queperdió ocho gobiernos estatales para conservar en unos cuantos meses más, sólo cuatroentidades de las 32 que conforman la República. Ese mismo día, el otrora invencible ganócompitiendo él sólo con sus siglas, únicamente once lugares en la Cámara de Diputadosfederal.Los “dueños del partido”, los patrones de Alito, siguen sin entender que la ciudadanía secansó de los abusos, de la corrupción, de la prepotencia que les caracteriza y, sin reparar enel rumbo que está tomando México, una mayoría indignada prefiere votar a ciegas por unfalso mesías que desde su residencia palaciega pregona una transformación que nadieentiende.Desde la lección del 2018, el partido debió haber iniciado una transformación integraldesterrando prácticas arcaicas como la simulación, el dedazo y la grosera imposición dedirigentes y candidatos. Mas no fue así. Con oportunidad lo señalamos cuando se “eligió” ala presente (¿o debo decir “ausente”?) dirigencia. La democratización de la vida interna eranecesaria para darle aliento a la militancia y nueva vida al PRI.Hoy parece tarde. En una burda maniobra se entregó el partido a Alito y sus aliados y éstos,no podía ser de otra forma, hicieron lo mismo a partir de entonces repartiéndose el botínmafiosamente adquirido entre amigos, familiares y cómplices, como si estuviéramos en losaños setenta cuando ser candidato era garantía de triunfo y como si el CEN fuera patrimoniode los mismos de siempre.No hablamos desde el enojo sino desde la serena reflexión de las cifras frías. No hayresultados.
Ulises Ruiz Ortiz Las quejas por la escasez de recursos para apoyar las campañas fueron una constante entrela mayoría de los candidatos, por no decir que entre todos ellos. Mientras Alito se paseabapor el país en aviones pagados con las prerrogativas, las campañas languidecían deinanición, sin el apoyo de un CEN omiso y ausente.¿Por qué el CEN, los gobernadores, y los legisladores priistas, salvo honrosas excepciones,no fueron capaces de presentarse como una verdadera oposición a la 4T? Las denunciasque son públicas y que pesan sobre Alito o Moreira, por mencionar algunos casos, o laentrega absoluta e incondicional de algunos gobernadores como el de Oaxaca explicaríansu actitud cómplice y pasiva ante el presidente de México.La cercanía de la derrota igualmente podría explicar la asignación de candidaturasplurinominales al CEN y a sus cercanos. “Ante el final anunciado, vamos a quedarnos con lopoco que resta”, habría sido la reflexión en la cúpula. Los priistas de verdad exigimos la renuncia inmediata de Alejandro Moreno y de todo elCEN, para dar paso a una nueva dirigencia que, ahora sí, sea electa democráticamente paracomenzar de nuevo la reconstrucción del partido y quienes resultaron electos ante elCongreso de la Unión deben exigir desde ahora que el liderazgo en la cámara de la fracciónse determine igualmente en forma democrática.Por todos los rincones del país he escuchado la inconformidad del priismo con su dirigencia,pero ha llegado la hora de expresarla públicamente si en verdad se quiere un PRI distinto ycercano a su militancia. Así, invitamos al priismo a manifestar abiertamente su rechazo aAlito y la dirigencia actual, mediante sus redes sociales y todos los medios a su alcance. Sóloasí atenderán la urgencia de irse para dar paso a una nueva dirigencia comprometida conMéxico y ajena a los intereses cupulares.Si no renuncian, tendrán que enfrentar las consecuencias: un PRI en declive, sin mayorfuturo y un priismo en rebeldía que si no encuentra cauce a sus inquietudes se irá yendoirremisiblemente hacia otras opciones. FRATERNALMENTE Ulises Ruiz Ortiz