Un hombre recién salido de la cárcel con un permiso temporal mató hoy a dos policías y a un civil e hirió a otros dos agentes
Lieja (Bélgica), 29 may (EFE).- Un hombre recién salido de la cárcel con un permiso temporal mató hoy a dos policías y a un civil e hirió a otros dos agentes en Lieja, al este de Bélgica, en un ataque que está siendo investigado por la Fiscalía federal del país como un «delito terrorista».
Según el relato del Ministerio Público, los hechos tuvieron lugar en el bulevar de Avroy del centro de Lieja, en torno a las 10.30 hora local (8.30 GMT), cuando un individuo asestó varias puñaladas por la espalda a dos agentes de Policía, tomó sus armas reglamentarias, disparó sobre ellas causándoles la muerte.
El atacante se dirigió entonces hacia un vehículo estacionado en la calle y disparó contra un hombre de 22 años que ocupaba el asiento de pasajero.
A continuación, el agresor huyó hacia el cercano instituto Léonie de Waha y tomó como rehén a una trabajadora de la limpieza del centro.
El atacante salió entonces a la calle y abrió fuego contra los agentes que se habían desplazado al centro educativo, un intercambio en el que el presunto terrorista resultó abatido y dos policías quedaron heridos.
Fuentes policiales citadas por el diario local «La Libre Belgique» señalaron que el hombre gritó «Alá es grande» antes de ser abatido, aunque esta información no ha sido confirmada por la Fiscalía.
Tanto la mujer de la limpieza como los cerca de 800 alumnos de primera y secundaria del centro fueron evacuados sanos y salvos, y el alcalde de la localidad, Willy Demeyer, señaló que la escuela permanecerá cerrada este miércoles y jueves.
La agencia «Belga» identifica al atacante como Benjamin Herman, de 36 años y procedente de la localidad belga de Rochefort, que habría salido la víspera de la prisión de Lantin durante un permiso que se le concedió para «preparar su reinserción».
El hombre cumplía condena por delitos menores, como pequeños robos o degradación de bienes públicos, y, aunque no estaba fichado por radicalización, la agencia de noticias del país señala que se trataba de un preso «marginal y violento» y que «podría haberse radicalizado en prisión».
El primer ministro belga, Charles Michel, se desplazó al lugar de los hechos, así como el rey Felipe de Bélgica, el ministro del Interior, Jan Jambon, y el titular de Justicia, Koen Geens, donde también se encontraba ya el alcalde de la localidad.