Presenta Ichmujeres libro en homenaje al personal que atiende mujeres en situación de violencia
La obra se titula “El impacto de la violencia de género: sus afectaciones a través de la visión de quien la atiende y sus costos intangibles para el estado”, escrito por Mariela Castro Flores
En el marco de la conmemoración por el Día Internacional para de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, el Instituto Chihuahuense de las Mujeres (Ichmujeres), llevó a cabo la presentación virtual del libro “El impacto de la violencia de género: sus afectaciones a través de la visión de quien la atiende y sus costos intangibles para el estado”, escrito por Mariela Castro Flores.
La directora del Ichmujeres, Emma Saldaña Lobera, señaló que las personas protagonistas de este libro, son quienes brindan atención a las mujeres en situación de violencia en los Centros de Atención a la Violencia contra las Mujeres (Cavim) y refugios que operan a través la citada dependencia estatal.
“Se trata de un esfuerzo para visibilizar a las personas que están detrás de la atención a la violencia: las y los abogados, trabajadoras sociales, personal de psicología; abona a la generación de conocimientos sobre la violencia contra las mujeres, sus contextos, víctimas y las intervenciones con las que el Instituto ha contribuido a la atención de quienes viven la violencia”, expresó la funcionaria estatal.
La presentación de la obra corrió a cargo de la titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Estado de Chihuahua, Irma Villanueva Nájera, quien dijo sentirse conectada con las historias que se plasmaron.
Destacó que en los testimonios de las servidoras públicas, se puede advertir los obstáculos y retos que enfrentan en su trabajo diario de defender a otras mujeres. Sus anécdotas reflejan el contexto en el que laboran, de acuerdo al municipio en donde se ubican los centros de atención; así como por las costumbres e ideas arraigadas en comunidades machistas.
“Son ellas quienes escuchan, acompañan, atienden y defienden a las mujeres, tienen un sentido de justicia para saber qué es lo justo. Son una esperanza, una luz para esas mujeres que en condiciones adversas piden ayuda, pero como sucede en muchas otras instancias, quienes protegen a las mujeres, son las mujeres, y esa labor parece única y exclusiva de nosotras”, señaló Villanueva Nájera.
Indicó que las personas que trabajan en los centros de atención, se han vuelto en esencia, defensoras de derechos humanos. “Más allá del trabajo, hay un compromiso como mujeres en sus comunidades, que las lleva a enfrentar la discriminación, por ir en contra del sistema patriarcal”.
La Comisionada reconoció la perseverancia de quienes atienden la violencia, al abrir caminos para las víctimas, desafiando el mandato social, lo que a su vez, dijo, ha reivindicado sus profesiones, como en el caso de las trabajadora sociales, que acompañan procesos integrales de empoderamiento para las mujeres, en equipos interdisciplinarios, trazando estrategias para cambiar la vida de las víctimas.
“El Instituto Chihuahuense de las Mujeres ha sido formador de profesionistas y especialistas para atender la violencia de género, en donde también se cuenta a los hombres, abogados o psicólogos, y para ellos este trabajo también ha sido transformador, y los ha llevado a cuestionar su rol en todos los entornos donde se desenvuelven”, comentó.
Por su parte, la escritora del libro Mariela Castro Flores, agradeció la oportunidad de poder escribir esta obra, en la que se produjo un proceso de recuperación de la memoria.
“El Ichmujeres tiene una identidad que lo ha llevado a la vanguardia en el país, se ha fortalecido por regionalizar la atención, de acuerdo a las necesidades y contexto de los municipios en donde tiene presencia. El personal tiene voluntad para construir estrategias, para impulsar una política pública en materia de género”, aseguró.
La coordinadora del Cavim Camargo, Angélica Escárcega, afirmó que con este libro, se reafirma su quehacer público y personal, pues queda demostrado que su compromiso es real.
“Nos enfrentamos día a día, cara a cara con la violencia, ver llegar a las usuarias devastadas por el dolor, la angustia y el miedo, eso nos humaniza y nos sensibiliza. Las mujeres depositan su confianza en nosotras, que incluye también la confianza de sus hijas e/o hijos, y nos hace establecer no solo un compromiso laboral, sino de vida”, concluyó.