Septiembre llegó acompañado de un potente sismo de 7.1 grados en la escala de Richter con epicentro a 11 kilómetros al suroeste de Acapulco, el cual generó alarma especialmente entre la población de la Ciudad de México, aunque también se sintió con fuerza en los estados de Michoacán, Veracruz, Morelos y Oaxaca.
Durante el movimiento telúrico se pudieron apreciar luces de colores en el cielo, las cuales aumentaron el estupor entre los habitantes, aunque es un fenómeno que se suele dar cuando tiembla durante las noches.
Justo hace cuatro años, cuando un terremoto de 8.2 grados golpeó especialmente la costa de Oaxaca cerca de la medianoche, también se presentó el fenómeno eléctrico y desde entonces se divulgó una explicación científica del porqué.
De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad Rutgers, en Estados Unidos, que fue recabado por la cadena BBC, «el efecto de bioluminiscencia se debe a que los deslizammientos del suelo cerca de las fallas geológicas de la tierra generan una carga eléctrica«.
No obstante, los investigadores aclararon que no siempre se da.
«Hemos encontrado que parecen ser los precursores de algunos grandes terremotos, de magnitud 5 o mayores. Pero la señal del voltaje no es siempre la misma. Algunas veces es alta y otras baja», explicó Troy Shinbrot, durante la reunión de la Sociedad Estadounidense de Física, en 2014, por el ingeniero biomédico troy Shinbrot.