Política fallida
Por Lenin Nelson Rosales Córdova
México está sufriendo en carne propia una tragedia monumental por la grave crisis económico-sanitaria, por el severo descontrol de la pandemia; al día 20 de febrero de 2021, se registran 2,030,491 casos confirmados y 178,965 muertes por la Covid-19; todo por la ceguera, por la miopía política que tiene el presidente Andres Manuel Lopez Obrador junto con su 4T. Esto se deriva de que no sabe o no quiere dimensionar correctamente el fondo del problema, que es el sistema capitalista que no reparte la renta nacional, la riqueza que generamos todos los trabajadores. Entonces, al no ver el problema, aplican otras medidas que no resuelven el verdadero fondo de la cuestión.
Ahí está: López Obrador canceló la construcción del aeropuerto internacional de Texcoco, para instalarlo en Santa Lucia, tirando a la basura años de investigación e inversión financiera. Aunque los economistas coincidían en que ese Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM, el cancelado) iba a generar un impulso a la economía mexicana, porque apoyaría a la generación de empleos, para la 4T eso es “corrupción”. Sin fundamentos acusa a fantasmas (no hay ni una denuncia penal al respecto contra algún “corrupto” que se relacione con el fallido aeropuerto). Por ese tipo de denuncias echadas al aire, el presidente fue como ganó las elecciones, pero ya son tres años, y esa corrupción no sale. Son palabras vacías, porque aunque fuera cierto, acabar con la corrupción no ataca los verdaderos males de nuestro país, que son la pobreza y la miseria en que vive la inmensa mayoría del pueblo trabajador.
México, nuestro país, registra hoy en día la mayor tasa de letalidad del mundo: de cada 10 personas contagiadas de Covid, una se muere. Así también, es el país donde más médicos han muerto y ocupa el tercer lugar a nivel mundial con más fallecidos de la población, una verdadera tragedia. La realidad es que no hay vacunas para los 130 millones de mexicanos ni siquiera para los médicos que están en la primera línea de fuego; no terminan todavía de vacunar al personal de salud, pero eso sí, luego luego ya se la estaban aplicando a los “servidores de la nación”, es decir a los operadores electorales de Morena, para protegerlos en las campañas, pues, cada vez se aproximan más los comicios de junio. Una muestra contundente de que la 4T, encabezada por Lopez Obrador, no sabe gobernar.
Ha transcurrido un año desde el decreto de la creación del Banco del Bienestar, y solo fueron construidas 230 de las 1,350 sucursales programadas en 2020, por lo que, ahora casi todos los inmuebles están convertido en elefantes blancos, es decir, que es atribuida a posesiones que tienen un costo de manutención mayor que los beneficios a lo que están destinados a aportar, además proporciona beneficio a la 4T al desviar recursos que pudieran destinarse a incrementar el numero y el monto de los apoyos directos o monetarios, pero no es así, al contrario, ocasionan problemas, cada vez está más lejos que un campesino que vive en zonas marginadas pueda tener la posibilidad de convertirse en ahorrador, inversionista, empresario o financiero. Lo que los pobres necesitan no es un banco donde
puedan efectuar operaciones financieras, sino dinero para subsistir, para adquirir los bienes de consumo indispensable.
Es insensatamente neófito quien aun siga pensando que Morena es la esperanza de México, no lo fue desde su creación y no lo será, tanto como el modelo económico que sigue la 4T es inevitable; se requiere un modelo nuevo y superior que garantice el verdadero bienestar de todos. Es preocupante el impacto de la crisis económica y sanitaria causada por la pandemia del coronavirus, sobre el empleo de la gente y de la gente joven más todavía, que trabaja para sostener sus estudios. La situación se vuelve cada vez más crítica para todos aquellos jóvenes que representan casi la mitad de la población.
“La solución debe ser radical, estructural y solo puede ponerla en practica un gobierno surgido del pueblo trabajador, educado, organizado y fundido en un bloque monolítico, con sus propios jóvenes, con los retoños nuevos y vigorosos de ese mismo pueblo, también educados y organizados para la lucha por una patria mejor para todos.