– Pelean las comadres por el Partido Verde
– Las candidaturas pluris, ¿tienen los días contados?
– Canaco y las obligadas reuniones con los candidatos
– Las campañas negras a escena
DON MIRONE
La masacre de niños y mujeres de las familias LeBarón y Langford es una dolorosa herida que no cicatrizará mientras no se haga justicia plena por tan condenables asesinatos, lejos de lo que hasta ahora hemos visto, una aplicación de la ley a cuentagotas.
Adrián y Julián LeBarón anunciaron que, debido a las graves omisiones de los aparatos de procuración de justicia del actual gobierno, organizarán una marcha para exhibir públicamente a Javier Corral Jurado, a quien hacen directamente responsable por la falta de interés y los nulos resultados en la persecución de los atroces crímenes que han cimbrado a la comunidad nacional e internacional.
Los LeBarón calcularon muy bien la marcha-protesta, con el fin de que ésta se celebre en plenas campañas políticas, un mes antes de la jornada electoral del 6 de junio. Corral será presentado, una vez más, como lo que fue en todo el quinquenio, un gobernante frívolo, indolente, incapaz de cuidar a los chihuahuenses, aseguraron los activistas LeBarón.
Están decididos a exigir la intervención de la Fiscalía General de la República para que investigue a Corral y su presunta responsabilidad por omisión en las investigaciones. En el combo también metieron al fiscal Peniche y al extitular de la Comisión Estatal de Seguridad, Óscar Aparicio.
Sus pretensiones fueron puestas ya sobre el escritorio de Rosa Icela Rodríguez, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno federal.
Conociendo los modos del gobernador, Adrián y Julián debieron provocar la ira de Corral tras afirmar que, en la región noroeste de Chihuahua, existe una especie de narcoestado en donde grupos criminales y policías conviven en siniestra simbiosis. Eso sí cala.
La división y la lucha por el control del Verde Ecologista se veía venir entre las fuerzas hostiles al interior del partido, todo a raíz de la vinculación a proceso de María Ávila Serna, secretaria general de ese instituto político, quien figura en el bochornoso caso de la nómina secreta del exgobernador César Duarte.
Ayer, Brenda Ríos, candidata a gobernadora del PVEM, se quejó a voz en cuello de supuestas maniobras orquestadas por María Ávila, con el fin de intimidarla para que abandone la candidatura al gobierno de Chihuahua.
Ríos acusó a María de negociar una posible alianza para que el Verde decline a favor de la candidata a la gubernatura del Partido Acción Nacional, María Eugenia Campos, y hasta supuestas negociaciones con el equipo que acompaña al candidato de Morena, Juan Carlos Loera de la Rosa.
La confrontación trascendió de lo privado a lo público y los enterados del conflicto aseguran que en el fondo lo que se disputan es el control del partido.
A Brenda no le interesa la gubernatura porque sabe que los números no le alcanzan para llegar a palacio estatal, y sabe que la estrategia del ganar-ganar le puede redituar con el control absoluto del partido, como bien lo han comprobado ella y su familia, que han sido favorecidos con posiciones en el sector público y legislativo.
No se diga de María Ávila y compañía que llevan años sacando jugo del Verde.
Así que la trama de los clanes “Ríos-LeBarón” versus “Ávila-Gloria” apenas empieza, y seguramente dará mucho de qué hablar en las próximas incursiones de Mirone, en esta nueva serie que seguramente igualará a las de Netflix.
El actual proceso electoral animó al presidente López Obrador a poner sobre la mesa el tema de la desaparición de las candidaturas pluris, esas que solo sirven para el pago de favores políticos y conveniencias de interés para los partidos políticos y sus dirigencias.
Desde abril de 2018, AMLO planteó como iniciativa de su gobierno una rasurada significativa de la mitad de las 200 posiciones en la Cámara de Diputados y, para ello, está dispuesto a enviar una iniciativa de reforma constitucional.
En Chihuahua, que forma parte de la Primera Circunscripción electoral del país, tiene a legisladores como Sebastián Aguilera y Francisco Pasaret de Morena, además a Patricia Terrazas del PAN, quienes llegaron a San Lázaro por la vía de la representación proporcional.
De “cuajar” la reforma de AMLO, la Cámara de Diputados quedaría integrada por 400, no 500 legisladores. A Mirone, que le gusta filosofar sobre cosas vanas y mundanas, le parece preocupante esta posibilidad. Si actualmente, con 200 posiciones pluris, tenemos todo un desgarriate y rebatinga entre nuestra muy civilizada clase política, imaginemos lo que sucedería en la pelea por solo 100 posiciones. Pronto podríamos ver a muchos políticos tuertos.
En estos aciagos tiempos de campañas, pandemia e incertidumbre política, los comerciantes organizados iniciaron la obligada ronda de reuniones con candidatos y lo hicieron, en primer término, el pasado lunes, con Maru Campos, abanderada del PAN-PRD a la gubernatura.
El encuentro fue en el auditorio del edificio de Canaco en donde, por tradición, suelen conversar y departir con quienes aspiran al máximo cargo de elección popular en el estado, para plantear las necesidades del sector comercio.
El formato de la reunión ya lo tienen bien ensayado y los temas nada más los pasan por la recicladora cada año de elecciones para los planteamientos que sean menester ante los aspirantes a gobernar el estado o el municipio.
Así ocurrió en la reunión con la candidata panista, que por más de una hora escuchó las propuestas de los socios de Canaco, que no dejaron pasar la oportunidad para hacer una serie de peticiones y planteamientos, entre los cuales se encuentran los temas de seguridad, de fortalecimiento al comercio, de desarrollo de la ciudad, etc, etc…
Como presidente de Canaco, todavía le tocó llevar la reunión al empresario hotelero Rogelio González Alcocer, quien fue respaldado por Francisco Yepo, Eleno Villalba, Gabriel Cantú Murguía, Eduardo Ibarra, Eduardo Millán, Gustavo Muñoz, Martín Alonso Cisneros y Rogelio Ramos, presidente electo que pronto entrará en funciones.
Este jueves, los mismos comerciantes recibirán a la candidata del PRI a la gubernatura, Graciela Ortiz González, para continuar con el ejercicio.
El tono de las campañas negras durante el actual proceso electoral irrumpió el pasado fin de semana, luego de sendas acusaciones de priistas y morenistas contra la candidata Maru Campos, a quien acusan de mal informar a los ciudadanos en el tema de supuestas desbandadas de militantes que se suman a apoyar a la aspirante panista para la gubernatura. El deschongue se puso intenso.
Por un lado, la candidata del PRI, Graciela Ortiz, calificó como “perversa y mentirosa” a Maru por hacer creer que 60 expresidentes municipales priistas se sumaron a su proyecto político. En realidad, se trató de un grupo de 20 personas que, según Chela y la dirigencia estatal, desde hace años renunciaron al tricolor.
Luego Ortiz González arremetió contra la candidata panista al afirmar que Maru y su equipo de campaña quieren hacer guerra sucia haciendo creer que el PRI está en proceso de desmantelamiento, en lugar de proponer una solución a los grandes problemas del estado.
Chela les puso nombres a los exmilitantes priistas: Juan Carlos Hernández, Martín Fuentes, Martín Siller, Mauricio Chacón, Francisco Robles, José Mendoza, Germán Hernández, Efrén Romo y Roberto Loya, quienes hicieron el salto de liana a la campaña de Maru “por intereses económicos”, subrayó la parralense.
El revire de Graciela Ortiz no se hizo esperar al convocar a 50 exalcaldes para respaldar su proyecto, y los presentó con todo y foto allá en el salón principal de la sede estatal del PRI, todo para que no hubiera duda y no se le pueda señalar por presentar listas infladas de supuestos apoyos. Vaya, hasta firmaron un manifiesto.
Por otro lado, Juan Carlos Loera divulgó en sus redes sociales que su pecho no es bodega, por lo que expuso una aclaración similar, también con misiles apuntando a la candidata Maru Campos, quien presentó, sin estar presentes, a medio centenar de supuestos líderes de Morena que habrían pegado el brinco al equipo de Maru.
Samuel Molina, supuesto jefe distrital de Morena en Juárez, y la diputada federal de la coalición Morena-PES, Claudia Lastra, le hicieron ruido a Juan Carlos, quien desmintió que ambos personajes pertenezcan a los comités del “cambio verdadero”. La mentira, dijo, es el eje de la campaña panista.