Enrique Pérez Quintana
Es una realidad que en el mundo los partidos políticos, desde hace algunas décadas, atraviesan por una crisis de credibilidad. Los ciudadanos han dejado de votar por ellos y prefieren a los ciudadanos con los que se identifican. Aprovechando esta tendencia, en los procesos electorales de 2015, Pedro Kumamoto, joven político del estado de Jalisco, se postuló como candidato independiente y ganó las elecciones, lo que lo convirtió en el primer diputado local independiente en la historia de México.
El triunfo de Kumamoto enseñó el camino a quienes quieren hacer política sin pasar por los partidos. También demostró que las campañas no deben tener costos financieros elevados. Su gasto fue de 250 mil pesos, equivalente al veinte por ciento de lo marcado por la ley. Lo inédito de su conquista política atrajo la atención de los medios locales y nacionales.
La imagen y discurso crítico de Kumamoto fueron divulgados en medios y redes sociales. Es posible que esta dinámica lo haya motivado a anunciar en 2017 su interés en postularse como candidato al Senado de la república. En esa ocasión no consiguió su objetivo al quedar en tercer lugar de las votaciones.
La disputa por el poder indica que no es un camino que pueda ser transitado fácilmente por los solitarios.
Pedro Kumamoto promovió y fundó el partido político local, Futuro, que lo postuló, en 2020, como candidato a la presidencia municipal de Zapopan, Jalisco. En esa campaña dirigió su discurso a los jóvenes, a los indecisos, a los desempleados, a los que se sienten inseguros en las calles, para que asistieran a votar y detener el avance de Morena y sacar a Movimiento Ciudadano.
“En especial, Morena no debe llegar a Zapopan por la toma de decisiones sin evidencia, por utilizar los programas sociales para posicionarse electoralmente, porque ha traicionado a mi generación en la falta de resultados ambientales y de transición energética”. Kumamoto perdió no fue electo presidente de Zapopan.
El poder es como una adicción que subordina las convicciones y neutraliza los valores, entonces se presenta la ambición que los políticos racionalizan en nombre del pueblo. En este nivel se ubicó Pedro Kumamoto cuando, en noviembre de 2023, anunció la alianza de su partido, Futuro, con Morena, para las elecciones de 2024, en las que se renovará la gubernatura de Jalisco y él sería candidato a la presidencia municipal de Zapopan, otra vez.
“Tomamos la decisión de construir un proyecto de cambio para el estado de Jalisco con la única fuerza política con la que encontramos coincidencias para establecer una agenda en común por los derechos de las personas. Por este motivo, el día de hoy anunciamos nuestra coalición con Morena, PT, Verde y Hagamos” (Radio Fórmula, 7 de noviembre de 2023)
En las alianzas políticas se da y se recibe. Kumamoto y su partido apoyarán a Claudia Delgadillo para que gane la gubernatura, lo mismo que a los candidatos de Morena al congreso local. Como pago tiene la promesa de que Morena le otorgaría espacios legislativos y lo designaría candidato a la presidencia municipal de Zapopan. Es evidente que su ambición de poder sepultó la intención de frenar a Morena. Su credibilidad e independencia se extraviaron.
El Tribunal Electoral del Estado de Jalisco recientemente acordó que debe ser modificada la designación de candidatos para favorecer la paridad de género, lo que pondría en riesgo la candidatura de Kumamoto a la alcaldía de Zapopan. Los partidos que lo apoyan manifestaron que harían los ajustes a sus candidaturas y manifestaron que él será el candidato. Interpretaron la resolución del Tribunal como una injerencia del gobierno del estado en el proceso electoral.
En Jalisco, Morena no es significativo, por ello reclutó a Kumamoto, para que aporte votos para su candidata. Un tema diferente es que vaya a cumplir sus promesas. En política el exceso de confianza se paga caro. Sus aliados no son garantía de triunfo. Se amarró con los que engañan. Los que dicen que no mienten, no roban y no traicionan. No la tiene fácil. Su adversario, que antes lo derrotó, va por la reelección como candidato de MC.
La trayectoria de Pedro Kumamoto de ser atractiva por su irrupción como político independiente hace casi diez años, pasó a ser percibido como alguien que traicionó sus principios de rechazo y repudio a los partidos, lo que sería confirmado por la fundación de su partido Futuro y ahora con su alianza con Morena y sus rémoras, lo que lo lleva a ser identificado como mentiroso, ambicioso y oportunista. Dejo de ser excepcional para incorporarse al montón de la vulgaridad. Tiró a la basura su credibilidad, lo único que tenía.