El famoso Viernes Santo, la pasión y muerte de Cristo, es un acto en donde los fieles deben guardar ayuno y abstinencia de comer carne, para conmemorar el sacrificio del Mesías.
La vigilia Pascual, cuando Jesús vence la muerte: Como indica su nombre, es cuando se festeja en horas tempranas de la madrugada del Sábado Santo y Domingo de Resurrección.
El último día de la semana Santa, conocido como Domingo de Resurrección; en este día la Iglesia desde horas tempranas festeja la resurrección del Mesías y tiene una duración de 8 días.
Introducción
La Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús describe los últimos momentos de vida de Cristo en la tierra. Todo comienza con la última Cena, en donde Cristo reveló ante sus discípulos que su muerte sentaría las bases con la alianza de Dios y el Pueblo, siendo hoy conocido como la Iglesia.
Con su sacrificio, Dios cumpliría la promesa hecha a Jesús, de salvar a la humanidad de los pecados cometidos. Este relato narra la victoria de Jesús, su sacrificio y su reencarnación al mundo.
Jesús anuncia a sus Apóstoles su Pasión, Muerte y Resurrección
Estas son: La traición de Judas y la negación de Pedro. Asimismo, durante la cena revela el famoso mandamiento «amaos los unos a los otros como yo os he amado».
Pero ahora bien, las profecías que Jesús le dijo a los apóstoles fueron las siguientes:
- Él reveló que pronto irían a Matusalén y en ese lugar sería entregado a los sacerdotes y los doctores de la Ley.
- Allí sería condenado a morir y sería prisionero de los Romanos.
- Será objeto de agresiones y ademanes; será azotado y lo asesinaran.
- Sin embargo, al tercer día resucitará y regresará de entre los muertos.
Prendimiento de Jesús
El prendimiento es un suceso evangélico dentro la Pasión de Cristo, y que comienza luego de culminar la última Cena.
Allí se dan los sucesos de Jesús en el huerto de los olivos, el beso de Judas, el arresto del Sanedrín y su juicio.
Jesús reza en el Huerto de los Olivos
Como se mencionó anteriormente, luego de culminar la Última Cena, Jesús emprendió su viaje al Monte de los Olivos, junto a 3 de sus apóstoles; allí ubicó un pequeño huerto llamado Getsemaní, y en él oró junto a ellos para suplicar por el poder de resistir la tentación. Luego de terminar, Jesús decide entrar solo y repite con pesadez:
Padre, si quieres puedes quitarme este sufrimiento y la muerte. Pero no se haga mi voluntad sino la tuya.
La Traición de Judas
La famosa Traición de Judas se inició previo a la fiesta de Pascua, específicamente 2 días antes. En ese día, los sacerdotes y los agentes de la Ley querían desde un tiempo bastante largo, arrestar a Jesús y asesinarlo, pero nunca lograron su cometido. Sin embargo, Judas se apareció y les dijo que él se los entregaría y como recompensa, sería pagado con 30 monedas de plata.
A partir de ese suceso, Judas buscó el momento más indicado para entregar a Cristo, y decidió el día en que Jesús se dirigía al Monte de los Olivos junto a algunos discípulos. Es allí, donde Judas aparece con un grupo de sacerdotes, oficiales y soldados para arrestar a Jesús; sin embargo, según los relatos, Judas para poder señalar a quien era que debían arrestar, decide acercarse al Mesías y darle un beso en la mejilla como una especie de saludo.
No obstante, para evitar su arresto, uno de los apóstoles decide intervenir y tratar de salvar a su maestro, pero es detenido por el propio Cristo; este hombre se llamaba Simón Pedro, y al final Jesús termina siendo arrestado.
Jesús ante el Consejo Supremo y juicio
Al día siguiente, los sacerdotes y todos los agentes de la Ley tuvieron una reunión para acusar a Jesús. Allí pidieron la confesión de Jesús, ante ser el Mesías prometido, a lo cual él responde, que sin importar la respuesta que diera, nunca estarían satisfechos. Indignados, ellos le vuelven a insistir que confiese ser el hijo de Dios, a lo que finalmente Jesús afirma que sí.
Dicho eso, inmediatamente sentencian a Cristo, pero debe destacarse que el juicio fue falso, los testigos no eran verdaderos y todo el montaje que presentaron fue para dar una apariencia de legalidad.
Luego de la sentencia, al amanecer del día siguiente, los sacerdotes traman un plan de llevar a Jesús ante Pilato.
Jesús ante Pilato
Poncio Pilato fue un romano que es conocido por ser el ejecutor maestro de la muerte de Jesús. En esa época, Pilato ostentaba el cargo más alto que existía en dicha ciudad, el ser el aplicador de la ley y que puede describirse actualmente como un gobernador.
Luego del juicio realizado a Jesús, los sacerdotes buscaron el apoyo de Pilato para sentenciar a muerte al supuesto Mesías, ya que él era el único que podía dictar dicha orden.
Frente a Pilato, Cristo fue nuevamente interrogado y el romano pudo descubrir que Jesús no era culpable de nada, y que solo fue arrestado por envidia de los viejos del pueblo.
Sin embargo, Pilato no pudo hacer nada, ya que los conspiradores habían convencido al pueblo para que pidieran por su muerte y que liberaran a Barrabás. Cuando Pilato habló con el pueblo, ellos gritaban por su muerte y la liberación del criminal. Pilato al tener las manos amarradas, cumple con los deseos de la gente y decide mandarlo a azotar para ver si con eso estaban satisfechos.
Debe destacarse que es después de hacer la sentencia final, según el evangelio de Mateo, Judas con remordimiento decide devolver las monedas pero no tiene éxito, por lo que huye y decide ahorcarse. Sin embargo, en los versículos de los apóstoles, Judas muere al caer de cabeza en el campo que compró con el dinero dado por los sacerdotes.
Crucifixión y muerte de Jesús
Luego de que Jesús fue sentenciado a ser crucificado, y recibió como castigo los latigazos de los soldados romanos, se le obligó a llevar una cruz en su hombro que pesaba alrededor de 50 kilos. Su destino era caminar hasta las afueras de Jerúsalen, en una pequeña loma llamada Gólgota; al terminar, fue clavado en la cruz junto a dos ladrones.
Debajo de ella, fue colocado un letrero a petición de Pilato que decía «Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos»; los sacerdotes al no estar de acuerdo, le solicitaron que lo quitaran, pero Pilato decidió hacer oídos sordos.
Ahora bien, Jesús fue clavado en ambas manos y pies con clavos de 12,5 x 3,15, y posteriormente levantado, siendo dejado al sol para morir.
De hecho, la muerte en la cruz era una condena sólo ejecutada para los peores crímenes, ya que su muerte se consideraba sumamente dolorosa, debido a la postura en la que colocaban a los sentenciados, se dificultaba la entrada de aire al cuerpo y por ello terminaban asfixiándose lentamente.
Siguiendo con el tema, cuando Cristo se encontraba crucificado, a los pies de dicha Cruz se encontraba María, su madre, y 3 mujeres más; a su vez, uno de sus más fieles apóstoles, San Juan. Finalmente, luego de seis horas, Jesús sucumbe a las heridas, y muere.
Sepulcro de Cristo
Este hecho comenzó luego de que Jesús muere en la cruz, y según los relatos, esto tuvo lugar a las 3 de la tarde. Ahora bien, después de haber muerto y cumplir con la profecía, Jesús todavía se encontraba muerto en la cruz. Para ese momento, en el lugar no quedaban muchas personas, los únicos eran algunas mujeres y los soldados que tenían la responsabilidad de comprobar la muerte de todos los presos.
En este periodo de tiempo, no se sabe con exactitud cuánto duró Cristo en la cruz muerto, pero sí el día en que se dio el suceso. Según los datos, Cristo pereció un viernes, y debido a que el sábado no era laborable, se corría con el tiempo para sepultarlo.
Fue él, el que le pidió a Pilato su cuerpo, y el que preparó todo para su sepultura. Entre los preparativos estuvieron el lienzo que cubrió su cuerpo y el sepulcro creado a través de la roca. Luego de terminar con su sepultura, la entrada de su tumba fue cerrada con una enorme piedra.
Debe destacarse que Pilato se sorprendió mucho con la petición de José, ya que no sabía que había fallecido, por ello mandó a un emisario para que comprobara este hecho antes de darle su cuerpo a Arimatea.
Resurrección
Como se mencionó anteriormente, el día siguiente a la crucifixión de Jesús era un día Santo, y por ello los preparativos que se le dieron a Jesús no se pudieron realizar de manera correcta para su entierro. Fue por esto, que el día Domingo, María junto a otro grupo de mujeres regresaron al sepulcro a terminar los preparativos.
Sin embargo, se encontraron con una sorpresa, al llegar se desató un terremoto y con el trajo la llegada de un Ángel. Su aspecto tan imponente y su traje de color blanco causó un gran impacto en los hombres que estaban allí, tanto así que se desmayaron de inmediato. Sin inmutarse, el ángel les dice que Jesús ya no se encuentra dentro de la sepultura, él resucitó y para comprobarlo, les dijo que entrarán para verlo con sus propios ojos.
Al hacerlo, les dijo que le dijeran a sus discípulos este suceso y que pronto verían al Mesías. Al decir eso, sólo desapareció. Al poco tiempo, luego de 40 días, volvió a presentarse frente a sus discípulos para demostrarles el milagro y compartir que pronto se uniría junto a Dios, en el cielo celestial.
Ahora bien, la resurrección es la base del Cristianismo, y representa la verdad de sus palabras. Este suceso religioso es festejado dos días después del Viernes Santo. Y debe destacarse que existen algunos sucesos que no convergen del todo en los relatos bíblicos.