Hacen romper su ‘brújula moral’ al personaje de DC
Mario Abner Colina / Agencia Reforma
Ciudad de México.— Todos, hasta los corazones más puros, son corruptibles si la tragedia adecuada activa los mecanismos necesarios en ellos.
Injustice, la esperada película animada que DC lanzará on demand el 19 de octubre (en varias plataformas), coloca al mayor ícono de la compañía, Superman, en una pesadilla.
Por medio de un gas y kriptonita, Joker hace creer al Hombre de Acero que Lois Lane es un enemigo.
Superman lleva al aparente monstruo al espacio, y allí su corazón se detiene, activando así una bomba que destruye Metrópolis.
El superhéroe lo pierde todo a la vez: su ciudad, la mujer que ama y a su hijo, pues la periodista estaba embarazada.
Son apenas los primeros minutos del filme, pero un puñetazo que deja sin aire al espectador y a los fans del hombre de la capa roja.
«Jamás le habría deseado esta historia a Superman. Para mí, habría sido como desearle eso a un ser querido. Toda la secuencia inicial es un shock. Ahí empieza todo, el drama brota.
«Es algo tremendamente brutal. Jamás lo habría imaginado, pero es un genial catalizador», admite, desde el otro lado del teléfono, Matt Peters (Justice League Dark: Apokolips War), director del largometraje.
Injustice está basada en el videojuego y los cómics homónimos de Tom Taylor que, asentados en el multiverso de DC, imaginan a un Superman (aquí con la voz de Justin Hartley) vuelto tirano.
Decidido a que nunca otro inocente sufra, empieza a matar villanos, a acabar con ejércitos y armas mundiales, a imaginar un mundo puro donde ni el menor crimen será tolerado.
Batman (Anson Mount), quien al perder a sus padres siendo un niño sabe también de tragedias, organiza una insurgencia contra el todopoderoso ser: para él hay códigos, leyes, líneas, que nunca deben ser cruzados.
«Amo de esta película que acabas entendiendo el punto de vista de casi todos los personajes involucrados. Respecto al Joker… el hecho de que construya este escenario, siniestro y horripilante, te hace inmediatamente poner tus ojos en Batman.
«Lo ves y te preguntas si no tiene también sangre en sus manos por jamás haber puesto fin al Joker, por no haberlo mantenido a raya. El piso se te mueve. Es un héroe responsable del dolor ajeno».
La idealista Liga de la Justicia se resquebraja y el nuevo orden mundial genera bandos: alineados con Superman, Mujer Maravilla, Hombre Halcón, Cyborg.
Arriesgando sus vidas por las ideas del Vigilante de Ciudad Gótica, Catwoman, Flecha Verde, Harley Quinn, Nightwing.
«Son superhéroes enfrentándose unos a otros, y todos justificaciones para todo aquello que están sintiendo. Eso hace el conflicto tan fantástico. Quizás no siempre apoyes a un personaje, pero hacemos entender por qué hacen lo que hacen».
Injustice cuenta su historia en apenas 78 minutos, por lo que para Peters el mayor reto fue elegir qué tanto de la mitología de Injustice, en videojuegos e historietas, podía capturar.
También continuar con la senda de animación violenta que mostró en Apokolips War, pues aquí, con un Superman malvado, debe haber muchas, y muy duras, muertes.
«Respecto a la violencia, queríamos golpear tan fuerte como pudiéramos. Había que transmitir impacto, intensidad y violencia. Era algo que teníamos que hacer. Un shock».
La posibilidad de que Superman, encarnación de los mejores y más nobles principios, rompa su brújula moral, es algo mal visto por muchos de los admiradores del personaje, así que Peters espera críticas y debates.
«Les diría que los entiendo. Yo mismo soy un gran fan de Superman. Pero esta no es una película anti Superman. Es una donde se convierte en su peor versión posible».