PAPÁ APRENDE A LEER EN EL ICHEA LUEGO DE APOYAR A SUS HIJOS A TERMINAR CARRERAS UNIVERSITARIAS
«No hubo quien me guiara para estudiar y tuve que trabajar para sacar adelante a mis hijos en la escuela. Ahora que me he jubilado, ya estoy en el ICHEA para terminar mi secundaria y aprender de computación”, dijo Alfredo Sáenz Bustillos
Fue hace unos meses que Alfredo mejor conocido por sus familiares y amigos como “Nono” aprendió a leer y escribir con los servicios educativos que ofrece el Instituto Chihuahuense de Educación para Adultos (ICHEA) a personas de 15 años en situación de rezago educativo.
A sus 61 años, con 40 años laborados en una llantera y jubilado, no sabía leer bien, podía identificar palabras, lo que le permitía entender un poco, ya que aprendió con la práctica viendo anuncios, revistas y periódicos.
Luego de una vida de trabajo y retos, logró terminar la primaria y se prepara para iniciar sus estudios de secundaria siendo uno de los muchos ejemplos de superación de padres de familia que se decidieron a continuar su formación.
Pero la historia de Alfredo destaca por que, siendo apenas un niño de 12 años, llegó a la ciudad de Chihuahua sin más recursos “que lo que traía puesto”, buscando un empleo, que lo llevara a trazar una meta: mejorar sus condiciones de vida.
Empezó en la central de abastos lavando carros, para dormir por las noches ahí, luego consiguió un empleo de asistente de una vulcanizadora, donde laboró por 7 años. Era tal su necesidad, que el encargado lo invitó a quedarse de velador en el local, “para tener dónde dormir”.
Al paso de los años se casó y formó una familia. Tuvo 4 hijos y a partir de su experiencia es que los motivó a que estudiaran en la escuela regular, llegando todos a ser profesionistas, gracias al apoyo de su esposa y al fruto de su esfuerzo.
“Siempre me dediqué a trabajar para lograr lo que me proponía: construir una casa para mis hijos y una para traerme a mi madre que vivía en Nonoava”, cuenta Alfredo, quien es un hombre sin vicios y dedicado a ahorrar para su futuro. Actualmente depende de su pensión y dedica su tiempo libre a estudiar.
Nono estudia en el Modelo Educación para la Vida y el Trabajo (MEVyT), donde el Instituto ofrece el paquete de materiales “Ser padres, una Experiencia Compartida”, cuyos contenidos especifican de cuándo, con quién y en qué momento se puede decidir ser padre de familia.
Otro material en esta línea de paternidad es “La Educación de Nuestros Hijos e Hijas”, que trata sobre el crecimiento y desarrollo de las y los hijos desde el nacimiento hasta la adolescencia, la sexualidad, la relación entre los padres de familia y la escuela.
A propósito, el Día del Padre comenzó a generalizarse en nuestro país en los centros escolares hacia la década de 1950.