Ciudad de México.- Durante la marcha por la Cuarta Transformación, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que como cada año, el 2023 será dedicado para recordar a uno de los héroes de nuestra patria: Francisco Villa.
El presidente López Obrador destacó que el 2023 será un año dedicado a recordar a Francisco Villa, también conocido como El Centauro del Norte, quien fue uno de los principales revolucionarios.
Pancho Villa y su andarel icono de la revolución mexicana y su andarQuién era Pancho Villa, el único mexicano (y latinoamericano) que ha invadido a Estados Unidos
- Alberto Nájar
- BBC News Mundo, México
Sin duda se recuerda a uno de los personajes más controvertidos de ésta etapa histórica tan importante para los mexicanos: Doroteo Arango, o mejor conocido como Pancho Villa.
Éste singular personaje vio la luz por primera vez el 5 de junio de 1878 en La Coyotada, pequeñísima ranchería de de San Juan del Río en Durango. Tras dispar contra un hacendado que intentó abusar sexualmente de su hermana estuvo preso pero se fugó, cambió su nombre y de ahí pal real comenzó la vida errante y el mito del insurgente.
Odiado y amado, Pancho Villa fue bandolero, ladrón de ganado, asaltante de caminos, prófugo de la justicia, estratega militar, gobernador del Chihuahua, mujeriego, derrochador de paternidad, filántropo, revolucionario abstemio, entre otros leyendas y realidades.
Sin asistir nunca a clases, Villa sabía de la importancia de la educación y abrió 50 escuelas cuando fue gobernador, invadió a los gringos en Columbus, le molestaba la injusticia y adoptaba a los niños abandonados, incluso pedía pena de muerte a quien cometiera fraude en las elecciones.
Alegre y Mujeriego
27 de mayo de 1911. Francisco Villa se casó con Luz Corral en Chihuahua. El 24 de julio de ese año visitó la Ciudad de México para tratar asuntos con el presidente Francisco I. Madero, aprovechó el traslado como viaje de bodas. Durante tres semanas visitó las pirámides de Teotihuacán, algunos museos y la Basílica de Guadalupe, se hospedó en el Hotel Iturbide, hoy Palacio de Cultura Banamex (Madero 17, Centro Histórico). Algunos historiadores dicen que contrajo matrimonio unas 27 veces y otros tantos amores sin mediar en enlace civil o religioso, pero a todas les daba el gasto.
Visita a Chapultepec
Septiembre de 1911. Fue recibido en el Castillo de Chapultepec, que fuera ocupado como residencia oficial del presidente Madero, para comer con él en el Alcázar. Durante su estancia en en DF, nació en Parral, Chihuahua, la hija que tuvo con Petra Espinoza. No se sabe con precisión pero se estima que tuvo 26 hijos con distintas mujeres, a todos los mantenía y además adoptaba niños o pagaba para que los cuidaran.
Fuga de Lecumberri
7 de junio de 1912. Villa llegó preso al DF y fue recluido en la cárcel de Lecumberri, en Santiago Tlatelolco (actual sede del Archivo General de la Nación), bajo los cargos de insubordinación, desobediencia y robo. Villa pidió audiencia a Madero para ser liberado, pero éste se la negó, lo hicieron a través de cartas. En este lugar conoció a Carlitos Jáuregui, secretario del juzgado tercero instrucción militar que después se convertiría en un hombre de todas sus confianzas. Al principio, Jáuregui le proporcionaba seguetas para limar los barrotes; finalmente (26 de diciembre), Villa se disfrazó de doctor y ambos huyeron a Manzanillo para luego llegar a Ciudad Juárez.
Comilona Chilanga
2 de diciembre de 1914. El tren de Villa y sus tropas llegan a Tacuba, la caballería de la División del Norte acampó en los llanos de Anzures antes de la entrada a la Ciudad de México. El día 4 de Villa vestido con indumentaria militar y kepí se traslada en automóvil de Tacuba a Xochimilco por San Antonio Abad y Tlalpan para encontrarse con Emiliano Zapata, conversaron y firmaron el Pacto de Xochimilco con el cual se aliaban para combatir a Venustiano Carranza. Fue recibido con flores, cohetes y banda de música, en la plaza principal estrechó la mano del caudillo del sur, comieron mole con guajolote, tamales y frijoles con epazote y chile verde en una casa de la 4ª calle de Hidalgo.
Veamos este Corrido a Villa, donde la música corre a cargo de Saldaña, Jorge. Corrido a Francisco Villa. Eugenia León/ Trío «Los Morales».
Quién era Pancho Villa, el único mexicano (y latinoamericano) que ha invadido a Estados Unidos
- Alberto Nájar
- BBC News Mundo, México
La historia se conoce poco: en 1915 Pancho Villa, uno de los personajes más importantes de la Revolución Mexicana, recibió una carta confidencial desde Washington, Estados Unidos.
“Mi querido general: dirijo a usted estas líneas para informarle que se nos ofrece en venta un submarino propiedad de los mejores astilleros del país”, decía la misiva.
“Por su capacidad como por su armamento pudiera ser de grandísima utilidad a usted, para reducir a los cañoneros nuestros aún no sometidos al gobierno”.
En ese entonces Villa y su ejército, conocido como la División del Norte, estaba en guerra contra el gobierno mexicano encabezado por el presidente Venustiano Carranza. Era un momento difícil para el revolucionario, quien había enfrentado algunas derrotas y cada vez le era más complicado conseguir dinero.
Además, debido a la Primera Guerra Mundial eran pocas las posibilidades de conseguir armas.
La oferta que recibió de Washington era tentadora. Villa, dicen especialistas, consideró seriamente la posibilidad de comprar el submarino.
“Tiene una lógica enorme” le dice a BBC Mundo Pedro Salmerón Sanginés, director del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) y autor de varios libros sobre Pancho Villa.
Los ejércitos que apoyaban al presidente Carranza mantenían el contacto por vía marítima, a través de la armada mexicana compuesta, en esa época, por siete embarcaciones.
“Con un submarino hundes esos barcos y desarticulas por completo la conexión militar del carrancismo” explica el historiador.
Invasión a EE.UU.
Al final Villa no compró el submarino, pero la anécdota revela una de las facetas del personaje que es uno de los más icónicos de la Revolución.
Y también uno de los más queridos por los mexicanos. Francisco Villa, conocido también como “El Centauro del Norte” es el único latinoamericano que encabezó una invasión a Estados Unidos.
El incidente ocurrió el 9 de marzo de 1916, cuando unos 600 soldados de la División del Norte atacaron el pueblo de Columbus, Nuevo México.
Como represalia, el gobierno estadounidense envió a más de 5.000 soldados para cazar al “Centauro del Norte”.
El número de militares se duplicó en pocos días, pero la expedición no pudo atrapar al revolucionario.
Fue la segunda invasión a territorio estadounidense, quien sólo había enfrentado una crisis parecida en 1814 cuando la marina británica desembarcó en la costa oeste de ése país.
El ataque a Columbus contribuyó a crear un mito alrededor del Centauro del Norte, alentado por una conflictiva relación de los mexicanos con su vecino.
Antes del incidente habían ocurrido dos invasiones estadounidenses, en 1847 y 1914. En la primera México perdió la mitad de su territorio.
Así, la expedición punitiva de Villa se convirtió en un ícono. Y de acuerdo con el historiador Salmerón envió también un mensaje.
“Es una idea en la cual se va mostrando que México no es invadible, que a Estados Unidos no le conviene invadir a México”.
Curiosamente, coinciden especialistas, en la decisión de atacar al pueblo estadounidense aparentemente no existió ánimo de venganza.
Villa creía que el presidente Venustiano Carranza pretendía firmar un acuerdo de colaboración con el gobierno de Estados Unidos que, según el revolucionario, ponía en riesgo la soberanía mexicana.
El pacto nunca existió, pero el “Centauro del Norte” estaba convencido de que sí.
Bandolero
El episodio de la invasión es una parte de la historia del revolucionario, sobre quien se construyeron mitos y leyendas pero que más de un siglo después es un ícono para los mexicanos.
Doroteo Arango (1878-1923) su verdadero nombre, fue un bandolero que pasó una parte de su vida huyendo de la justicia. Desde adolescente fue asaltante de caminos y ladrón de ganado.
En su libro «Pancho Villa. Una biografía narrativa», el escritor Paco Ignacio Taibo II dice que el Caudillo del Norte “solía despertarse, casi siempre, en un lugar diferente del que originalmente había elegido para dormir”.
Una costumbre de sus años fuera de la ley. “Tenía miedo de que la debilidad de las horas de sueño fuera su perdición”.
En 1910 se unió al Plan de San Luis, promovido por Francisco I. Madero, con el que llamaba al país a levantarse en armas contra el entonces presidente Porfirio Díaz.
El Plan fue la respuesta al fraude en las elecciones de ese año, donde Madero fue candidato. Es el inicio de la Revolución Mexicana.
Villa era un personaje popular en el norte de México, especialmente en Chihuahua. La decisión de unirse al movimiento armado fue apoyada rápidamente por miles de personas.
Decenas de pueblos de ese estado se quedaron prácticamente vacíos pues todos los hombres –y muchas mujeres- se unieron a la División del Norte.
El “Centauro del Norte”, coinciden especialistas, era un hombre iletrado pero también un gran estratega militar.
De hecho la División del Norte, formada por más de 30.000 soldados, fue decisiva en la derrota del ejército de Díaz y su decisión de abandonar el país para siempre. Su eficacia en el combate es parte de la leyenda, dice Taibo II.
Uno de los mitos, por ejemplo, es que su estrategia militar fue estudiada por Mao Tse Tung y Erwin Rommel, “El Zorro del Desierto” quien fue jefe de las operaciones militares de Adolfo Hitler en África durante la Segunda Guerra Mundial.
No fue cierto.
Villa, vigente
La estrategia militar es una de las facetas más conocidas de Doroteo Arango pero en realidad la biografía del personaje va más allá, dicen especialistas.
Villa, junto con otro personaje icónico de la Revolución, Emiliano Zapata, tenían un proyecto “de revolución social” dice Salmerón, para terminar con la desigualdad que se profundizó durante el gobierno de Porfirio Díaz.
Un país donde el 70% de los habitantes eran analfabetas y más de la mitad vivía en condición de pobreza.
El Centauro del Norte, por ejemplo, prohibió los latifundios en Chihuahua, el estado más grande de México.
Una decisión fundamental en una entidad donde un solo hacendado, Luis Terrazas, era dueño de 2,4 millones de hectáreas de tierras.
El personaje, quien fue gobernador en 1861, solía decir: “Yo no soy de Chihuahua, Chihuahua es mío”.
Villa fue gobernador interino del estado en 1913 pero en ese lapso “una persona que apenas sabía leer y escribir”, como era el Centauro del Norte, “fundó en un mes 50 escuelas” dice el escritor Taibo II.
Pero al mismo tiempo el personaje tenía fama de ser un personaje violento e implacable. “Villa era muy salvaje, muy de primeras reacciones” dice el escritor.
En México, por ejemplo, se atribuye al revolucionario la frase “primero mato, luego averiguo”, una forma de definir a las personas que suelen tomar decisiones extremas.
A pesar de las contradicciones la imagen del Centauro del Norte sigue presente en México, insiste el historiador Pedro Salmerón.
Villa, junto con Zapata, “representan en este momento la lucha de los pueblos en defensa de sus tierras, sus recursos y su cultura” explica.
Una batalla parecida a la que impulsó a los personajes a sumarse a la Revolución Mexicana, hace 109 años.