Pero hay otras opciones. En este artículo analizaremos los principales atractivos de emigrar a Canadá y Australia, más las novedades migratorias aprobadas recientemente en Japón, un país no asociado habitualmente con la emigración, salvo para la enseñanza de idiomas.
Qué saber para emigrar a Canadá
En Canadá, el 23 por ciento de la población nació en otro país, según datos del Censo de 2021. El principal origen de estos inmigrantes es India, Filipinas y China y sólo 1.1 millones tienen su origen en Latinoamérica.
Para emigrar, hay 18 grandes programas. Además de los esperados de reunificación familiar y asilo, Canadá brinda otros caminos para emigrar muy interesantes, destacando los siguientes:
Express Entry
Para extranjeros con una habilidad laboral. Es imprescindible tener los estudios necesarios para ejercer la profesión por la que se desea emigrar, que pueden ser desde licenciaturas universitarias, como el caso de gerentes, a sólo secundaria o cursos vocacionales. También puede admitirse tener sólo experiencia laboral como, por ejemplo, los jardineros.
La solicitud se inicia en línea, llenando un formulario y adjuntando los documentos pertinentes.
A continuación, las autoridades migratorias calificarán todas las peticiones de acuerdo con un sistema de puntos y se tendrán en cuenta factores como la edad, nivel de estudios, conocimiento del inglés o francés, haber trabajado anteriormente en Canadá, etc.
A los candidatos que obtengan el puntaje más alto dentro de cada categoría se les invitará a emigrar a Canadá como residentes permanentes.
Programas de las provincias o territorios (PNP, por sus siglas en inglés)
Este programa es similar al anterior. Una de las principales diferencias es que hay dos versiones: la exprés y la normal. En ambos casos, la tarifa de presentación es de $1,365 dólares canadienses. El tiempo de espera en el primer caso es de unos siete meses y en el segundo, de trece.
Auto-empleados
Las personas con experiencia relevante en los campos de Deporte o Cultura pueden solicitar emigrar, si su objetivo es trabajar por cuenta propia. El costo de la solicitud es de $2,140 dólares canadienses.
Visa Start-up
para empresarios que desean crear una empresa en Canadá. Se exige conocimientos de inglés o francés, dinero suficiente para asentarse en el país y obtener el apoyo de una de las organizaciones en estas categorías:Venture Capital Funds, Angel Investors Groups o Business Incubators.
Programa de Inmigración para las Provincias del Atlántico
Para extranjeros que deseen vivir en una de las cuatro provincias de esa área canadiense y son graduados universitarios o tienen una habilidad laboral.
Además, deben tener recursos económicos suficientes para proveer por sí mismos y su familia al llegar a Canadá y tener conocimientos aceptables de inglés o francés. Si se cumplen esos requisitos, el siguiente paso es obtener una oferta a tiempo completo de una empresa o empleador canadiense.
Este programa es uno de los más utilizados por latinoamericanos que han emigrado a Canadá en los últimos años.
Cuidadores
Este programa busca emplear a extranjeros que tengan experiencia cuidando a niños o a personas que necesitan asistencia en su hogar.
Y, por último, destacar dos programas pilotos, que en la actualidad están en marcha. Uno busca emigrantes para trabajar en un puesto no temporal en la industria agraria, incluyendo mataderos, cuidado de animales, floricultura e invernaderos.
El otro aspira a obtener migrantes con alguna habilidad laboral y que quieran vivir en el rural o en alguna comunidad del noreste de Canadá. En ambos casos se puede enviar la solicitud online y un empleador canadiense debe aceptarla y presentar una oferta de trabajo.
En la actualidad, el Programa por Razones Humanitarias para venezolanos y colombianos está en suspenso. Este programa permitía a residentes permanentes legales y ciudadanos canadienses patrocinar a familiares de esos dos países.
Australia y sus visas de trabajo
Al igual que sucede con Canadá, Australia es un país con la emigración abierta. Nada lo demuestra mejor que su porcentaje de población que nació en otro país: el 29.5% en 2022, según la Oficina de Estadísticas Australiana.
Australia brinda los típicos caminos para obtener la residencia permanente: reunificación familiar, asilo y otras razones humanitarias, trabajo e inversión. Para obtener una visa por trabajo es necesario tener una oferta de trabajo de un empleador australiano o desempeñar una labor que se considere de interés. Además, se exige un conocimiento mínimo de inglés.
Lo interesante de Australia es que, paralelamente, brinda 12 visas temporales de trabajo que, si se cumplen los requisitos, se pueden convertir en permanentes.
Un buen lugar para empezar para saber si se puede calificar para una de esas visas es la página de Asuntos Internos del gobierno australiano. Se responde a unas preguntas y se obtienen al momento los requisitos, el costo de aplicar, el tiempo máximo de la estadía y si es posible viajar con la familia.
También amerita resaltar que Australia cuenta con un programa generoso de visas para prácticas laborales al acabar los estudios e, incluso, uno que permite disfrutar a los jóvenes de entre 18 y 35 años de vacaciones extendidas mientras se trabaja por un máximo de 12 meses. Este programa está limitado a ciudadanos de ciertos países como, por ejemplo, Argentina, Chile, España, Uruguay y Estados Unidos.
Emigrar a Japón: en busca de profesionales especializados
Tradicionalmente Japón no ha sido un país de emigración, como lo muestra que menos del tres por ciento de la población sea nacida en el extranjero. Además, imponía largos periodos de tiempo para que los inmigrantes pudieran convertir su visa en una residencia permanente.
Pero las cosas comienzan a cambiar, fundamentalmente por dos motivos: el envejecimiento de la población y el estancamiento de la economía nipona que ponen de manifiesto la necesidad de emigración.
Estas razones están detrás de la creación de dos visas nuevas de trabajo (J-Find y J-Skip) y el mantenimiento del clásico visado laboral.
De este último hay que destacar que se necesita una oferta laboral de una empresa o institución japonesa, que debe obtener un Certificado de Elegibilidad para el candidato. Se aprueba o deniega siguiendo un sistema de Puntos.
Esa visa es la que habitualmente utilizan los profesores de inglés y de otros idiomas que para encontrar una empresa dispuesta a contratarlos pueden utilizar la página del Programa Oficial de Intercambio y Enseñanza.
Por otro lado, la visa J-Find permite trabajar en Japón o crear una empresa. Para ello es necesario haber obtenido una titulación de licenciatura, maestría o doctorado en los últimos cinco años de una de las mejores universidades del mundo, según su criterio (ninguna de Latinoamérica y España).
Además, los titulares de estas visas necesitan demostrar ahorros por 200,000 yenes. Suelen solicitar este tipo de visas los especialistas en I.T., Inteligencia Artificial y Robótica, aunque no exclusivamente.
Finalmente, la visa J-Skip para profesionales altamente especializados que recaen en una de las tres siguientes categorías:
- Gerentes de negocios o administración con cinco años de experiencia con salario anual de al menos 40 millones de yenes
- Titulares de una maestría o doctorado con salario anual de al menos 20 millones de yenes
- Profesional con al menos 10 años de experiencia y salario anual de 20 millones de yenes.
Pueden aplicar en línea.
En resumen, Estados Unidos sigue siendo el gran destino de los emigrantes de todo el mundo. Sin embargo, es aconsejable explorar otras opciones, teniendo en cuenta las habilidades, estudios y experiencia laboral de cada uno y cómo mejor pueden encajar con las necesidades de los países receptores de emigración.