Omar PeraltaEs muy difícil vivir en México y no conocer a Paco Stanley. Va más allá de la generación. Si tuviste conocimiento de su muerte en vivo, porque naciste en los primeros años de los noventa o antes, tienes el día perfectamente grabado en la memoria. Sabes lo que significó aquello: el caos, la incredulidad, lo que nadie pensó ver jamás en televisión nacional. Uno de los personajes más célebres a nivel popular fue asesinado a las afueras del restaurante Charco de las Ranas en Periférico Sur.

Y si no lo viviste, porque naciste después de esa fecha, es muy difícil que no hayas escuchado o leído del caso. Está en todos lados. Se convirtió en una conversación de la que cualquiera tiene algo que decir porque es conocida de la pies a la cabeza. Al menos el hecho lo fue: una tragedia de tinte masivo que enlutó al masivo público que seguía a Stanley. Porque si se habla del crimen como tal, no hay certeza ni del móvil ni de los autores, por más sospechas regadas en la opinión pública que existan y cabos sin atar.

El enigma sobrevuela sobre los mexicanos como una de esas eternas preguntas sin respuesta. Pasan los años y el misterio sólo se hace más grande. En la cultura popular, ya son abundantes los contenidos audiovisuales que tocan el caso. Uno más se ha sumado al listado. Se trata de la serie ¿Quién lo mató?, de Amazon Prime. Como suele suceder con estos lanzamientos, la conversación se ha tornado tensa porque protagonistas de la historia real suelen no estar de acuerdo con que se hagan estas producciones. Es el caso de la familia Bezares, que hizo un llamado a que la serie fuera suspendida (ha sido estrenada pese a la solicitud).

Así lo expresaron vía un comunicado redactado por su abogado Guillermo Pasquel Hernández: “La imagen de los señores Bezares es uno de los activos más importantes en sus respectivas carreras; además de haber conformado un matrimonio estable y del cual procrearon dos hijos. Atentan contra el derecho de los señores Bezares a la vida privada, de conformidad en el artículo 10 de la Ley de protección del derecho a la vida privada, el honor y la propia imagen en el Distrito Federal, por lo que se ocasionaría un daño injustificado a su dignidad humana por parte de Prime Video y las productoras El estudio y Tigre pictures”, señaló.

Bezares fue compañero de Stanley en sus más famosos programas y estuvo con él en El Charco de las Ranas, el restaurante en cuyo estacionamiento fue asesinado el conductor, mientras Bezares se encontraba en el baño. Luego cayó en prisión acusado de haber participado en el homicidio, pero finalmente fue liberado por ausencia de pruebas. Hasta la fecha, nadie conoce la verdad sobre lo sucedido.

El misterio siempre estará ahí y la única certeza, a falta de contundentes pruebas y de que la justicia no haya dado una respuesta concreta, es que este caso seguirá siendo icónico al pasar de los años. La historia se ha trasladado durante ya 24 años al estilo de los viejos relatos mexicanos: de boca en boca. Algo tiene, un magnetismo especial que hace que todos queden atrapados por esas crónicas, por la enredada historia que acabó con la vida de un personaje de alcances históricos para la televisión mexicana. Series van y vienen, ya sean documentales o ficcionadas, pero el éxito se garantiza a través de una narrativa que engloba intriga y morbo.