También recuerda el final de una generación de directores.
EFE
La nueva, y posiblemente última, película del aclamado director de animación japonés Hayao Miyazaki, Kimitachi wa Do Ikiru ka (¿Cómo vives?), se posiciona como la clara estrella del cine de animación japonés para este 2023; sin embargo, también recuerda el final de una generación de directores.
«Hayao Miyazaki, sin duda, dará brillo a la industria del anime japonés en 2023 con el estreno de su última película, su probable despedida definitiva. Un brillo que nos recuerda que se apaga una generación que ya va quedando atrás», explica a EFE Álvaro López Martín, autor del blog Generación Ghibli -referente en español sobre el estudio- y de libros como «Mi vecino Miyazaki» (2014).
El experto en animación japonesa considera que el filme de Miyazaki será «la película de anime de referencia para 2023» y aunque no cree que sea la más taquillera en Japón, tendrá un importante significado para la industria nipona y proyección internacional, al igual que la mayoría de títulos de Studio Ghibli en el pasado.
«El Oscar lo veo improbable, ya que Disney no está de por medio como lo estuvo con El viaje de Chihiro (2001). Es muy pronto aún para hablar de eso aunque, salvo catástrofe, creo que la nominación es casi segura», señala el experto.
López Martín, también autor de El viaje de Chihiro o El castillo ambulante, un análisis de las afamadas películas de Miyazaki, considera que aunque este estreno supone el final de una época, aún es pronto para hablar de relevo generacional.
«Creo que queda mucho para dar un relevo real a los grandes nombres surgidos en las décadas de los 70 y 80, que explotaron en los 90 y comienzos de los 2000. Los veteranos como Hayao Miyazaki están de retirada, y para los jóvenes aún es pronto», afirma.
Por citar a algunos de los autores referentes de la animación japonesa actual, López Martín señala a Mamoru Hosoda y Makoto Shinkai, en plena madurez creativa, seguidos por Naoko Yamada (A Silent Voice, 2016), Hiroyuki Imaishi (Promare, 2019), Hiromasa Yonebayashi (Arrietty, 2010), Tatsuyuki Nagai (Her Blue Sky, 2019) y otros, un escalón por debajo.
El experto también destaca películas como Kimi no Iro (Your Color) de Naoko Yamada para el estudio Science SARU; Blue Giant de Yuzuru Tachikawa, sobre un estudiante que quiere triunfar tocando el saxofón, y Make My Day de Makoto Honda, una cinta de ciencia ficción para Netflix, como títulos que podrían triunfar en 2023.
Para finales del año también se ha confirmado Yaneura no Rudger (Rudger en el ático), película de Yoshiyuki Momose para Studio Ponoc, heredero de muchos extrabajadores de Studio Ghibli.
Las estrellas en la taquilla japonesa, considera, serán continuaciones de series anime llevadas al cine, como la nueva película de Kimetsu no Yaiba (Guardianes de la noche) tras reventar la taquilla en 2020 o Spy × Family.
«Creo que, cada vez más, la industria de la animación japonesa opta por el valor seguro. Va a haber muy poca innovación, vamos a ver mucho más anime en 3D CG (animación generada por ordenador) y, sobre todo, mucha continuación de series trasladadas al cine», concluye López Martín.