Los estudiosos no se ponen de acuerdo sobre cuántos americanos nativos —llamados peyorativamente «pielesrojas»— vivían en territorio estadounidense antes de la llegada de Cristóbal Colón a América.
Las cifras van desde 1.8 millones hasta más de 18 millones. Lo cierto es que para el siglo XIX la población no llegaba a las 250 mil personas. En el siglo XX, sin embargo, ascendió nuevamente a 4 millones y el censo de 2010 de los EE.UU. reportó un total de 5.2 millones, contando a los nativos de Alaska.
Hace más de 15 mil años, cuando la última glaciación de Würm o Wisconsin mostró que Asia y América estaban unidas por el puente de Beringia —ahora el estrecho de Bering—, pobladores de Siberia migraron al continente americano y se fueron estableciendo a lo largo y ancho del territorio que actualmente conforman Canadá y los EE.UU. Ellos son los antepasados de los Native Americans o Indios Americanos.
La historia de los indios o nativos americanos no es apta para optimistas. Tras un periodo de libertad y esplendor donde los diversos grupos convivieron o pelearon entre sí, la llegada de los conquistadores europeos les ocasionó enfermedades, matanzas, abolición de sus derechos, despojo de sus territorios y, por último, el confinamiento en unos lugares llamados «reservas».
Los estudiosos creen que hacia el siglo XV, antes del descubrimiento de América, existían cientos de grupos indígenas, de entre los que destacan:
- Los pies negros, asentados en la región noroeste del territorio norteamericano, que después emigraron a las praderas, un poco más al sur. Su nombre se debe a sus mocasines negros.
- Los crow o cuervos, vivieron en un principio cerca de los Grandes Lagos y después en Montana.
- La gran familia sioux fue una de las tribus más numerosas, eran unos 30 mil. Su nombre original es lakotas o dakotas, habitaron las praderas estadounidenses. Cortaban la cabellera de sus enemigos.
- Los shoshones vivían a ambos lados de las Montañas Rocosas, en Montana y Colorado.
- Los cheyenes, que habitaban en las praderas —precisamente a lo largo del río Cheyenne—, eran conocidos por los «cara pálida» como los «hombres perro».
- Los paiute vivieron principalmente en Nevada y California. Eran pacíficos recolectores hasta que decidieron defender sus tierras de los colonos.
- Los ute vivían en Colorado y Utah, era enemigos de los navajos y llegaron a aliarse con los paiute.
- Los navajos se establecieron en el suroeste de los EE.UU. y son actualmente los americanos nativos más numerosos de ese país.
- Los pawnee estaban asentados en la zona central, donde hoy es Nebraska y Arkansas.
- Los shawnee se ubicaron en lo que hoy es Tennessee, Pensilvania, parte de Ohio y Carolina del Sur.
- Los cherokees, que son todavía una de las tribus más importantes. Se asentaron en el sur de los bosques norteamericanos —Alabama, Georgia, Kentucky y otros estados de la zona.
- Los «apaches», que vivieron en los actuales Arizona, Texas y Nuevo México. A esta tribu perteneció el célebre Gerónimo. Ellos preferían llamarse Indé, ‘la gente’, ya que apache significa ‘enemigo’.
- Los choktaw se encontraban en el sureste de EE.UU., en los estados de Alabama, Mississippi y Georgia. 9Los seminolas, asentados en Florida, que vivían de la pesca y la agricultura.
- La confederación iroquesa —al sur de los Grandes Lagos, en la frontera con Canadá—, era formada por Mohawk, Oneida, Onondaga, Cayuga, Seneca y Tuscarora.Actualmente son 573 grupos de nativos americanos los que se cuentan en territorio estadounidense. Pocos de los mencionados siguen en los territorios que ocuparon hace cuatro siglos.
El descubrimiento
Desde el descubrimiento de América en 1492 la inmigración a los EE.UU. ha sido constante. El español Juan Ponce de León arribó y nombró a la Florida en 1513; después llegaron franceses, holandeses y en 1584 el primer inglés, Sir Walter Raleigh quien, bajo las órdenes de la reina Isabel I de Inglaterra llegó a la actual Carolina del Norte y partió años después hacia Sudamérica.
En 1620 desembarcaron los primeros colonos del Mayflower y se asentaron en las costas de Massachusetts, fundando la ciudad de Plymouth y las Trece Colonias.
Norteamérica cobró fama de ser un territorio propicio para la conquista, y oleadas de europeos se trasladaron al «nuevo» continente: buscadores de fortuna, disidentes religiosos, empobrecidos en busca de una nueva vida y otros tipos de aventureros se apresuraron a poseer el nuevo territorio.
En un principio, sus relaciones con los nativos fueron pacíficas, sin embargo, muy pronto los pobladores originarios se dieron cuenta de las verdaderas intenciones de sus nuevos «vecinos» y empezó una etapa de conflictos pequeños y grandes, de resistencia y de lenta destrucción.Enfermedades y otros males
Los colonos no llegaron solos. Con ellos trajeron un sinfín de enfermedades desconocidas en América que rápidamente empezaron a diezmar la población nativa: escarlatina, sarampión, tifoidea, difteria, cólera, tosferina y peste bubónica. Las crónicas cuentan de una epidemia de viruela que causó más de 100 mil muertes entre 1836 y 1840.
Al parecer, los colonos les regalaban a los nativos cobijas infectadas con la viruela a fin de que éstos las llevaran a sus comunidades y propagaran la enfermedad. Éste fue sólo un caso. En realidad, el sufrimiento había empezado mucho antes. En 1783, luego de ocho años de guerra, las trece colonias habían obtenido su independencia de Gran Bretaña.
Comenzaron entonces a legislar como legítimos propietarios del territorio: en 1830 el presidente Andrew Jackson puso en práctica la Indian Removal Act —Ley de Traslado Forzoso de Indios—, la cual decretaba la expulsión de las tribus que se encontraban al este del Mississippi.
Los cherokees intentaron apelar, pero la respuesta fue que eran «naciones domésticas dependientes», por lo que su destino quedaba en manos del gobierno; de modo que cherokees, seminolas, creeks, choktaw y chikasaw fueron enviados al Oeste. Durante la década de 1830 se llevó a cabo el desplazamiento, llamado por los nativos el Sendero de las Lágrimas, durante el cual murieron miles, entre ellos 4 mil cherokees.